Obra de excelente calidad plástica en la que se ha representado a la Virgen María rodeada de por los símbolos propios de su pureza. El modelado plástico del rostro logró una expresión de apacible dulzura. El tratamiento de paños proporciona una sobria y verticalizada presencia al personaje, lo cual, aunado al alargamiento de las piernas le da gran presencia y majestuosidad.