Retablo neoclásico cuya base está constituida por 4 cubos pintados de color verde con un florón al centro. Estos cubos sirven de basas a 2 pares de columnas jónicas simulando mármol. Este cuerpo está rematado por un entablamento que sigue la geometría de la planta conteniendo la pintura de la Guadalupana de la Cédula 60. El remate es un medio círculo de moldura resaltada. En la parte central de este arco se encuentra un relieve con la escultura del Padre Eterno, que parece salir de entre las nubes. De su espada brotan rayos dorados, de diferentes tamaños, alternados, que simulan un resplandor.