La pintura es buena y del mismo autor del segundo tercio del siglo XVIII de la que está enfrente en el presbiterio con el tema de la Trinidad doble. En este caso son los padres de la Virgen, san Joaquín y Santa Ana, los que llevan de la mano a María niña. Lo interesante es que María está vestida de blanco con manto azul y está parada sobre un banco de nubes, querubines y la media luna asoma bajo sus pies. Sobre ella, dos ángeles vuelan llevando una corona en las manos. María es la reina del cielo e Inmaculada desde niña, desde que nació. Por su estirpe terrenal y divina, pues nació de un hecho milagroso. Los ángeles que acompañan la escena, son de gran tamaño y siguen la tradición establecida desde mediados del siglo XVII: adolescentes rubios y hermosos con partes del cuerpo descubiertas y enormes alas desplegadas.
Observaciones del bien mueble
Las dos pinturas de los medios puntos del presbiterio tienen graves dificultades para ser fotografiadas, pues sobre ellas hay ventanas. Las dos pinturas necesitan restauración. 0918
