Imagen de tipo popular. El rostro es de tipo convencional y se percibe en él un ligero gesto de asombro. La túnica y el manto que viste no son del todo rígidos; sin embargo no logran la ligereza ni el movimiento de la tela. Las manos presentan una talla más cuidadosa que la de los pies, que son realmente burdos, sin lograr tampoco la calidad del rostro. Existe desproporción evidente en la pieza. Localmente se le reconoce como San Agustín, aunque el elemento iconográfico que presenta (libro) no coincide con los elementos que usualmente acompañan a dichas representaciones.