En este mural, La Madre de la Luz parece en éxtasis: el niño está rodeado por el sol, sentado en el seno de su madre y llevando el aureola las palabras griegas "O, On" que significan "Yo soy". La actitud de los brazos virginales de María simbolizan la mediación de la Madre y su intercesión, en favor de sus que luchan en la tierra... Del hijo, por su Madre, emanan a torrentes las gracias abundantes (bajo la forma de rayos) a los hombres de buena voluntad. En fin, para simbolizar su perpetua virginidad, antes, durante y después del parto, el artista decoró con tres estrellas, la frente y los hombros de la Virgen María.