Junto con las representaciones clásicas de la Santísima Trinidad, a partir de la segunda mitad del siglo XVII se hicieron las denominadas antropomorfas. El nombre que se dió a estas imagenes se debe a que, en vez de la paloma, se figura con forma humana al Espiritu Santo y a juzgar por la inmensa cantidad de imágenes que se han localizado en gran parte del país, se puede decir que especialmente a partir del siglo XVIII tuvo un culto muy difundido.
Para distinguir a cada una de las personas divinas se hizo uso de un atributo que ostentan sobre el pecho: un cordero para distinguir a Jesucristo, un sol y un cetro para distinguir al Padre y una paloma, para distinguir al Espiritu Santo.
En esta pintura, a los pies de las tres Personas divinas, esta el mundo como una esfera azul y coros de angeles y serafines.
Observaciones del bien mueble
Ha perdido el cabezal superior del bastidor de madera y un importante segmento de la tela del soporte.