Es una escultura mediana de cuerpo entero, está de frente, con la cabeza ligeramente volteada hacia su izquierda, tiene una aureola lisa de madera, su cabeza rapada con una corona de cabello, de edad joven e imberbe, viste hábito franciscano, con cordón ceñido a la cintura y también tallado. Sus antebrazos están flexionados al frente, con la mano derecha detiene un crucifijo y con la izquierda un libro sobre el cual debió haber estado un Niño Dios que ya no existe; bajo su túnica se ven sus pies descalzos. Su base es de planta cuadrada, grosor mediano y lados lisos. La calidad de su talla es buena, su rostro, manos y pies están bien definidos, lástima que están repintados y el recubrimiento original no se aprecie, falto darle profundidad y soltura a los pliegues de su hábito; está bien proporcionado y su composición es la tradicional.
Observaciones del bien mueble
Se encuentra en el nicho del retablo dedicado a él.