Una de las maneras de representar el "Santo Entierro", es haciendo articuladas la cabeza y extremidades del cuerpo de Jesucristo (muerto con ojos y boca semiabiertos)que permiten ver ojos y dientes, así como cara con expresión de dolor y razgos finos. Talladas en la misma pieza la manta ceñida en cintura, la barba y el pelo que cae detrás de los hombros. Los músculos y huesos de las costillas nos dan la sensación que no ha quedado aire ni sangre en su cuerpo. De esta manera es posible recrear, durante la ceremonia del pasaje evangélico, desde la crucifixión y descendimiento, hasta la sepultura cuando es colocado en una vitrina para poder ser venerado. Tradicionalmente la comunidad participaba activamente recreando este pasaje bíblico el "Viernes Santo", de ahí que las dimensiones de la imagen correspondan a las de un humano. Esta tradición ha perdido fuerza sin embargo, aún es posible presenciarla en la catedral de la Cd. de Texcoco, Edo. de Méx.