La iluminación de la iglesia se logra mediante ocho altas ventanas de estilo gótico, alojadas en los lunetos de la bóveda nervada; dos de ellas se localizan en el coro, cuatro en la nave y dos más en el presbiterio. Estas se insertan en vanos de medio punto y constan de altas columnas pareadas con columna parteluz al centro y tracerías en la parte superior, todo en piedra tallada; sin embargo, las que corresponden a la nave y al presibiterio fueron mutiladas para colocar mediocres estructuras de hierro y vidrio, conservandose del conjunto original tan sólo las columnas pareadas de piedra.
En cuanto a los ventanas del coro, estas sí se conservan completas, aunque una se encuentra cegada y repintada.