Al interior del convento se penetra por un portón de madera que está al fondo de la portería, el cual presenta clavos circulares de hierro moldeado y molduras de madera adheridas. El vano de la puerta presenta un enmarcamiento rectangular en piedra tallada, obra del siglo XVI y formado por un arco conopial y anchas jambas con base e impostas de sobria molduración.