Representación poco convencional de San Pedro Apóstol que plasma el momento cuando al canto del gallo descubre que ha negado ser discpulo de Cristo por tercera ocasión y arrepentido, llora.
El gallo reprentado es poco verista por su forma y proporciones, incluso puede parecer una extraña y amenazante ave, en cambio la figura del apóstol es proporcionada y denota aflicción y las lágrimas sobre su rostro.
Este relieve de gran calidad técnica muestra un fino trabajo de estofado, que resalta los volumenes de las ropas y las rocas.
Observaciones del bien mueble
La figura de San Pedro ha perdido una de las manos.
Se localiza en la predela de la tercera calle del retablo pasionario.