Se trata de un par de objetos que sirven para suministrar el incienso al oficiante en ciertas ceremonias. Su nombre deriva de que originalmente tuvo la forma de una nave sobre un pedestal y que, con el tiempo, se fue simplificando hasta quedar en una hechura oblonga con una parte superior alzada, recuerdo del puente de los navíos, y el resto en un nivel más bajo como lo estaba la cubierta. En esta parte que se levanta mediante una articulación o bisagra se introduce la cucharilla para recoger los granos de incienso. Durante el siglo XVIII se difundió en otra forma que asemeja la de un caracol, siguiendo, empero, la disposición antes dicha.
Observaciones del bien mueble
Bibliografía: Héctor Schenone, Iconografía del arte colonial. Los santos, vol. I, Argentina, Fundación Tarea, 1998, p. 821.