Este objeto litúrgico también es llamado turíbulo. Se trata de un pequeño brasero contenido en un receptáculo en forma de copa. Sobre esta parte de coloca la tapa con perforaciones decorativas que permiten la salida del perfume del incienso. Ambas partes, la copa y la tapa, están relacionadas por tres cadenillas unidas a una pieza redonda con un par de anillos que sirven para sostener el conjunto. Dicha pieza redonda tiene a su vez un orificio por donde se desliza una cuarta cadena, unida a la tapa, que sirve para levantarla cuando es necesario echar los granos del incienso sobre las brasas encendidas, y bajarla luego.