En un fondo oscuro se retrata la imagen de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores. Se le mira vistiendo el hábito propio de su Orden: túnica blanca y capa negra. En la mano izquierda lleva la vara de azucenas mientras que sostiene una cruz larga con la derecha. Del lado izquierdo del lienzo, a los pies del personaje, aparece un perro sosteniendo en su hocico una tea encendida. Esta fórmula iconográfica para representar al santo no es muy variada y responde al tipo definido en el siglo XVI. El perro como atributo recuerda el sueño que tuvo la beata Juana de Aza, madre de Santo Domingo. Al mismo tiempo, alude a todos los religiosos dominicos, los guardianes o perros del Señor (Domini canis). Además, puede llevar una estrella sobre la frente, la azucena, el libro, una maqueta o modelo de Iglesia, la cruz, la banderola con el escudo de la Orden.
Observaciones del bien mueble
Probablemente se encuentra repintado, no se ve por la altura.