Vía Crucis

Descripción del bien mueble

Conjunto de seis litografìas en papel de estilo romántico que representan algunas escenas del Viacrucis. Los personajes ahí representados están bien proporcionados y en su mayoría excepto Cristo, se encuentran vestidos a la usanza romana. Se conservan las escenas I, II, IV, V, VI, y XI, las demás se perdieron.
La transformación más importante que se opera a finales de la Edad Media en la iconografía de Cristo con la cruz a cuestas se debe a la aparición de una nueva devoción instituida y difundida pro los franciscanos que habían recibido la guarda o custodia de los Santos Lugares, es lo que denomina el Camino del Calvario o vía crucis.
La génesis de esta devoción se da por el hecho de que Simón de Cirene había sido requerido para ayudar a Jesús a llevar su cruz, de lo que se concluyó que Cristo debió caer bajo la carga que superaba sus fuerzas no una sino muchas veces, por lo que había sido obligado a detenerse para recuperar el aliento.
La dolorosa Ascensión del Calvario fue medida por Estaciones a partir de las revelaciones recibidas por los místicos Pseudos Buenaventura y Santa Brígida. Esos altos o estaciones fueron puestos en escena por los autos sacramentales del teatro de los Misterios. Los artistas fijaron finalmente el "Camino del Calvario" en siete estaciones.
En el siglo XVII, por la iniciativa de los franciscanos, y especialmente la del predicador italiano Leonardo de Porto Mauricio, el número de las Estaciones se duplicó, para llegar a catorce. Aunque esta cifra sea completamente arbitraria se mantuvo.
La devoción del Vía Crucis, que es una de las creaciones más populares de la orden de los franciscanos, nació del deseo de multiplicar los beneficios espirituales y materiales de una peregrinación a la colina del Gólgota, enclavada en la iglesia del Santo Sepulcro.