Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-003822-000050-000
Número de Cédula
50
Tipo de objeto (texto)
Escultura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Cristo Crucificado
Autor
Anónimo
Época
S. XVIII
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
Escultura que representa a Cristo en la Cruz. La figura de cuerpo completo está desnuda, sólo cubierta por un cendal casi plano, sin nudos, ni pliegues. Está unido a una cruz de madera dorada por tres clavos, la imagen inclina la cabeza hacia el lateral izquierdo, tiene los ojos abiertos y la boca entreabierta que deja ver una hilera de dientes. Lleva cabello agregado y corona de espinas. El rostro muestra las cejas delineadas, la barba tallada. Los bravos extendidos en forma de V, y las rodillas flexionadas dejan ver el peso del cuerpo que no se ha abandonado. Para dar dramatismo a la imagen, el Cristo ha sido policromado en algunas zonas particulares, como rodillas, la herida del costado, la boca y la frente.
Es de composición alargada, muestra detalles de costillas y la delgadez general de la figura. Ha sido atado a la cruz por unas cintas agregadas.
Para finales de la etapa románica las representaciones de Cristo alcanzaron fuerte realismo, se produjeron imágenes de Cristo sufrientes, sangrantes, en Gótico se buscó una expresión humanizada y esta actitud quedó reflejada en las representaciones de la Crucifixión, mostrando el dolor humano. Este fue un género en la escultura que se inspiró en las visiones y sentimiento de los místicos, en ejemplos escritos en el siglo XII como San Buenaventura o santa Brígida en el XIV, ellos vieron en el Crucificado al Hijo del Hombre, que sufrió como cualquier mortal, por ello el cuerpo de Cristo en la Cruz ya no está rígido, sino que se arquea mostrando el dolor físico. Otra característica compositiva de los Cristos góticos es la utilización de tres clavos, a la vez la cadera de arquea y las piernas se doblan hacia un lado. Esta es la imagen que privó hasta el siglo XIV, el alargamiento buscó comunicar espiritualidad lo mismo que el largo rostro. Uno de los modelos para este tipo de imágenes fue el Cristo de Burgos y su culto se difundió por toda España.
En el siglo XVII se descubrió el interés por el cuerpo humano y se revela en tres obras paradigmáticas: las Crucifixiones de Gregorio Fernández, Juan Martínez Montañéz y Diego Velázquez.
Observaciones del bien mueble
Véase:
AA. VV; Parábola novhispana. Cristo en el arte virreinal, México, BANAMEX, 2000.
Materiales constitutivos
Madera, Pintura
Técnica de manufactura
Tallada, Policromada
Alto 1
0.74
Ancho 1
0.6
Profundidad 1
0.2