Nombre del Inmueble
Santo Domingo
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000233
Estado, Municipio, Localidad
Chiapas > San Cristóbal de las Casas > San Cristóbal de las Casas (070780001)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000233
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Villa Real se fundó definitivamente en el valle de Gueyzacatlán, el 31 de marzo de 1528 y se convirtió en Ciudad Real de Chiapa el 7 de julio de 1536. Desde el momento de su fundación se designó un predio para edificar la iglesia del lugar que más tarde habría de ser catedral, a partir del 19 de marzo de 1538. La primer orden religiosa que arribaría a la ciudad fue la de la Merced, lo hizo en 1537 y en 1539, estas dos fechas nos dan las crónicas, aunque dejaron la plaza ante el asentamiento definitivo de los dominicos (1). Los dominicos habían llegado a Ciudad Real el 12 de marzo de 1545, entre ellos venía fray Bartolomé de Las Casas que había sido nombrado obispo el 19 de diciembre de 1543 por el Pontífice Pablo III.
La actividad de la orden de Santo Domingo no se haría esperar, se les asignó un sitio de seis solares juntos para que hagan iglesia y monasterio el cual sitio le señalaron en el cerro de la Cruz (hoy el Cerrillo), camino de Chamula, linde con las calles reales por tres partes, y por la otra con el ejido, en comarca de los indios del valle (2) precisamente en la misma ubicación que tiene hoy en día; los indios del valle habían llegado con los españoles del centro de México, eran mexicanos y tlaxcaltecas que ocuparon esa zona de la ciudad y fundaron sus barrios en ella. La primera piedra del edificio fue colocada por el Lic. Francisco Marroquín, primer obispo de Guatemala el 9 de enero de 1547.
Los antecedentes que acabamos de señalar corresponden a un edificio que no es el que vemos en la actualidad, aunque ocupaba el mismo lugar, bajo la misma advocación.
Más adelante se asignarían al convento los terrenos que hoy corren entre las calles paralelas del General Miguel Utrilla y 20 de Noviembre que cambia su nombre por el del General Lázaro Cárdenas. Los terrenos llegaban hasta el río Amarillo y fueron cedidos con la condición de no hacer puente.
En los tiempos modernos, el convento de Santo Domingo ha sido punto de reunión de los indígenas de los alrededores de San Cristóbal de Las Casas, en parte debido a que en los terrenos de la propiedad federal se encontraba el albergue para aquellos que pernoctaban en la ciudad; en parte, también, a que dada la importancia del edificio es de visita obligada para turistas y, de esta manera, los indígenas pueden venderles directamente sus textiles. La proximidad del mercado es otro factor que contribuye a esta situación, pero la fundamental es, quizá, que el indígena se siente a gusto en Santo Domingo porque le es propio. Cualquier proyecto que se realice para la utilización del convento debe contemplar que esta característica no se pierda, porque constituye una tradición.
2.-EMPLAZAMIENTO
El templo y el convento de Santo Domingo de San Cristóbal de Las Casas se ubica en la parte norte de la ciudad con respecto de la plaza de armas y como su terreno llegaba hasta el Río Amarillo alcanzaba el término de la población. Comienza en la calle de Comitán y se sitúa entre las de Lázaro Cárdenas y Miguel Utrilla, en una ligera elevación del terreno con respecto del centro de la localidad, en la falda del promontorio que se conoce como el Cerrillo, lugar que cobija el barrio del mismo nombre desde el siglo XVI.
San Cristóbal de Las Casas es una población que todavía conserva buena parte de su arquitectura típica, tanto en las construcciones de servicio público, como en las religiosas en en las viviendas. Tiene varios núcleos importantes de edificios que conforman sitios arquitectónicos de primera importancia. Uno de ellos rodea la plaza de armas y, quizá, el segundo en importancia, es aquel en que se ubica el templo de Santo Domingo. Este último reune varios inmuebles fundamentales y está dentro de un entorno de viviendas particulares, que si es conservado en forma debida puede producir uno de los sitios monumentales más importantes del país. Los inmuebles inmediatos son la iglesia de Caridad y el kiosco de la alameda, de planta circular este último que derribó un ciclón en el año de 1983 y que será reconstruido; todos ellos hacia el sur del convento. Hacia el oriente se sitúa la plazuela del Cerrillo, con su iglesia para formar el centro del barrio del Cerrillo, uno de los que mejor conservan su arquitectura típica; sería interesante acentuar esta liga, ampliando la plaza del cerrillo hasta la calle de Miguel Utrilla según el proyecto que ya existe, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología. No se debería edificar entre el convento y la plazuela del Cerrillo y no debe permitirse la demolición de las casitas que hacen la fachada de la calle de Utrilla frente al ábside de Santo Domingo.
Hacia el poniente se encuentra el barrio de mexicanos, con una pintoresca iglesia de fachada de comienzo de este siglo y una plaza primorosa; se encuentra a escasas dos cuadras de Santo Domingo. Hacia el norte de la iglesia y del convento, la ciudad ha perdido su fisonomía; los antiguos terrenos del convento empezaron a edificarse hará diez años, en arquitectura que se disipara de la tradicional sancristobalense. Esto ocurre junto a una zona que según hacíamos notar es de las más importantes de toda la República.
La fachada principal del templo de Santo Domingo aparece frente a la calle Real de Mexicanos que conduce a la ciudad desde el camino de San Juan Chamula. Esta fachada es una de las piezas fundamentales del barroco mexicano en argamasa, y junto con la fachada principal de la Catedral de San Cristóbal, los dos máximos ejemplos chiapanecos en esta técnica constructiva que es la más rica, entre las representativas de la región.
3.-HISTORIA
La primera piedra del templo de Santo Domingo fue colocada el 9 de enero de 1547. Fue fray Pedro de la Cruz el arquitecto de la obra, la comenzó en 1549 y en un año había terminado la iglesia y la parte principal del convento. En 1563 cayó un rayo sobre la capilla que derribó la techumbre de madera.
Para 1698 la iglesia y el convento estaban nuevamente terminados según testimonio del padre Joaquín Antonio de Villalobos quien se refirió a ellos como suntuoso convento e iglesia de las mayores de la ciudad (3).
Según indicó el dominico, fray Jesús H. Alvarez, en su estudio sobre el templo de Santo Domingo, publicado en la serie de ensayos sobre San Cristóbal de Las Casas, con motivo de los 450 años de su fundación, la primitiva iglesia del siglo XVI se edificó a cal y canto, es decir, con piedra -escasa en la región- y mortero de cal; la cubierta era de armaduras de madera. Confirman esta idea la puerta de comunicación, con el convento, hoy tapiada y los confesonarios en el interior del muro anexo al convento, que son iguales a los del centro de México que pertenecen a la grandiosa arquitectura frailuna novohispana del mismo siglo XVI.
Asimismo, la fachada actual está sobrepuesta a una anterior. Todos estos datos salieron a la luz con motivo de las obras de restauración que llevó a cabo la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología a partir de 1974. De lo anterior se infiere que en la reconstrucción barroca de fines del siglo XVII se aprovechó buena parte del edificio inicial, por lo menos el ancho de la nave se conservó, y no sabemos si también, su longitud.
Respecto del convento primitivo se conservan las basas octagonales de los pilares que debieron de formar algún pórtico. Sabemos que primero estuvo construida la casa de los frailes, con bajareque y palma y que sirvió poco tiempo; y que más tarde se hizo de adobe. Desconocemos con exactitud la magnitud que llegó a tener el convento dado que las áreas de cimentación que muestra la arqueología son más amplias que la superficie del edificio actual.
4.-DESCRIPCIÓN ARQUITECTONICA
El conjunto arquitectónico se compone de templo, convento y un amplio atrio en los costados sur y poniente del predio, cuenta, además, con la casa cural recientemente edificada en el ángulo sudoriental de la construcción.
La planta de la iglesia es de cruz latina con cúpula sobre el crucero y sobre los brazos del crucero, y con bóveda de cañón sobre la nave, sobre el presbiterio y sobre una posible ampliación del brazo sur del crucero. Otra bóveda de cañón, de arco de tres centros, sostiene el coro que está situado a los pies de la iglesia. Al coro se subía por una escalera exterior de la fachada sur que puede verse en la fotografía antigua que aquí reproducimos; es de entre 1884 y 1895. La orientación del edificio es oriente poniente como la mayor parte de los templos cuyo origen se remonta al siglo XVI.
El convento está colocado al lado norte de la iglesia, tiene dos pisos de altura y sus crujías se ordenan en torno de un patio rectangular. La más notable de ellas es la de la entrada del templo y se ordena en una doble arquería exterior que cobija amplios corredores. Está techado con armaduras de madera y tejado.
El atrio está elevado con respecto de las calles circundantes y se sube a él, frente al templo, por una escalinata de una sola rampa; en el costado sur forma una terraza sostenida por un muro de contención que mira hacia la alameda y hacia la iglesia de Caridad. Por situarse en alto con respecto a las calles adyacentes y con respecto de la población, el inmueble no ha padecido por causa de las inundaciones que eran frecuentes en la ciudad y causaban enormes estragos.
Siendo que el conjunto arquitectónico de Santo Domingo es de primera calidad por sí mismo, por su cercanía a Caridad a El Cerrillo y a la plazuela de Mexicanos, cobra especial importancia. Y dentro de todo ello hay tres aspectos del templo que debemos resaltar, son su techumbre, el interior y la fachada principal.
La techumbre, aunada a la planta de cruz latina hace del inmueble una de las contadas excepciones de la arquitectura chiapaneca, puesto que lo más frecuente son los edificios de artesonado de madera y aquí se cubre con estructuras pétreas, bóvedas y cúpulas. Esta particularidad constructiva origina la presencia de remates verticales en el exterior en forma de garitones o de grupos de almenas que junto a la redondez de las cúpulas le proporcionan una belleza singular.
La nave de la iglesia cubre la totalidad de sus paramentos interiores laterales con retablos dorados, cuya continuidad recubre hasta los fustes de las pilastras intermedias; entre ellos destaca el púlpito, de factura tan extraordinaria que le permite figurar entre los más notables que puedan contemplarse del estilo barroco. Son, asimismo, dignos de mención, los retablos y las esculturas de la capilla del Rosario que ocupa el brazo sur del crucero, mientras que el presbiterio muestra un ciprés neoclásico que resulta frío dentro de la desnudez de esta zona del interior del edificio.
La fachada principal de la iglesia dominica de San Cristóbal de Las Casas es uno de los símbolos visuales de la ciudad, tanto como la de Catedral o el arco del Cármen; así han trascendido lo puramente arquitectónico. Es en realidad un alarde de expresión plástica barroca gracias al delicado trabajo de relieve que muestra, en toda la superficie de la portada. Ha sido ensalzada por diversos escritores bajo la luz del sol, a la caída de la tarde, y esta es una hora favorable por su orientación; l o que pocas veces se menciona es su color ocre dorado que acentúa los efectos del sol poniente, aunado a los juegos de profundidad y de realce de las formas, formas cubiertas de claroscuro que enriquecen los contrastes de luz y de sombra y quiebran la luz en infinidad de direcciones y de matices. Es particularmente notable éste fenómeno en la ventana del coro, central de la fachada, cuyo abocinamiento realza dichos contrastes y proporciona juegos ópticos de extraordinaria belleza. Y es que el estuco coloreado, como material de acabado, es uno de los elementos característicos de la arquitectura sancristobalense. Y el estuco de Santo Domingo está trabajado con gran maestría y vence la dificultad del manejo de la materia para convertirse en expresión estética pura.
El macizo de la fachada del templo sobresale del plano de la arquería del convento y se muestra ornamentada en toda su altura; a lo ancho, el relieve no llega hasta los bordes del bloque de construcción sinó que deja unas franjas lisas en vertical que al dar la vuelta por los costados simulan los basamentos d dos torres que acompañaran a la fachada principal. Es puro juego óptico, porque estructuralmente las torres no existen ya que el bloque de la fachada es uno solo. Por lo alto sobresalen los dos campanarios, uno en cada esquina, poco esbeltos según corresponde a una arquitectura de zona sísmica y el centro de la portada se eleva en trazos mixtilíneos de pura esencia barroca.
Es notable la pátina que recubre los recios muros del templo, el posterior de los cuales da directamente a la calle de Miguel Utrilla y contribuye al aspecto de zona monumental de esta parte norte de San Cristóbal de Las Casas. La pátina está formada tanto por las sucesivas capas de pintura que han cubierto las paredes, como por las manchas que la lluvia y la intemperie producen sobre las superficies. Ya hacíamos notar con anterioridad que el acabado de los edificios sancristobalenses es, básicamente, con superficies aplanadas y coloreadas ya se trate de estructuras de piedra y de cal o de adobe, y que las cubiertas son casi siempre de teja.
Es un error adosar a estos edificios estructuras de arquitectura moderna, sin atender a las formas, texturas y colores tradicionales que dan su fisonomía a la localidad. Este es otro aspecto que debe ser vigilado por las autoridades competentes.
5.-DESCRIPCION DE LAS OBRAS DE ARTE
Son notables los retablos barrocos del templo de Santo Domingo; es uno de los pocos ejemplos en que cubren la totalidad de las paredes, hasta la altura de la cornisa desde la cual desplantan las bóvedas. A lo largo de la nave única de la iglesia, en la pared norte, se encuentran tres retablos de columnas salomónicas que combinan la escultura y la pintura entre tablas realzadas y doradas; los tramos de madera dorada que cierran los espacios entre cada dos retablos poseen, además de la tabla, pinturas intercaladas, lo cual produce la impresión de que se trata de una pieza continua de ebanistería y estofado, donde el relieve y la policromía producen sus juegos de brillos y de colorido.
En este muro, junto al brazo norte del crucero, se sitúa el singular púlpito, una de las obras escultóricas más importantes del arte barroco mexicano, donde no solamente el vaso y el tornavoz presentan magníficos relieves ornamentales, sino que éstos, se continúan en el pedestal, y en la escalera y en la balaustrada. Esta pieza está considerada escultóricamente como una de las más importantes en su género, tan majestuoso y exuberante como el de San Blas de Cuzco, en el Perú.
El muro sur de la nave solo presenta dos retablos, porque el espacio que corresponde al intermedio del lado opuesto, está perforado por la puerta lateral de la iglesia, que conduce hacia un costado del atrio. Son también salomónicos.
La capilla del Rosario situada en el brazo sur del crucero presenta, asimismo, la magnificencia de otros tres retablos espléndidos. El principal de ellos se ubica en el muro testero, es salomónico también, de talla delicadísima que cubre toda su superficie y se complementa con cinco lienzos de pintura de gran valor artístico.
El retablo que cubre el muro poniente de la capilla del rosario es de muy buena factura, su elemento más notable es la escultura central donde se representa a Dios Padre sosteniendo a Cristo Yacente. Ofrece la singularidad de que los relieves florales presentan brillos de oro y de plata entre el colorido diverso del follaje; esta es una particularidad poco frecuente en los retablos de la misma ciudad y aún del país.
El tercer retablo de la capilla ocupa el muro poniente, pertenece a la misma modalidad salomónica del estilo y presenta un San Miguel Arcángel y un Calvario de muy buena factura.
De esta manera observamos la perfecta unidad estilística de la ornamentación del interior del templo y la calidad constante en la elaboración del trabajo. Sólo desentona la zona del ábside por la severidad del ciprés neoclásico y por la desnudez de sus paredes.
6.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
(4) Aceves García, Salvador; Eguiarte Ortega, Carlos; Ortíz Lajous, Jaime; et al. Desarrollo Urbano de México, Restauración, Monumentos Nacionales Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, México, 1982, pág. 197.
(2) Alvarez o.p., fray Jesús H. La aventura de descubrir el templo de Santo Domingo en San Cristóbal de Las Casas, (Antigua Ciudad Real), 450 aniversario de su fundación Patronato fray Bartolomé de Las Casas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1978, pág. 3.
Artigas Hernández, Juan Benito; Medel Martínez, Vicente; Ortíz Lajous, Jaime; et al. Memoria de Labores 1970 - 1976. Subsecretaría de Bienes Inmuebles y Urbanismo, Secretaría del Patrimonio Nacional, México, 1976.
(1) Artigas Hernández, Juan Benito San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores, esbozo de su arquitectura en San Cristóbal de Las Casas y sus alrededores Patronato fray Bartolomé de Las Casas. Secretaría de Educación y Cultura, Tuxtla Gutierrez, 1984. pág. 66
Santiago Cruz, Francisco Ciudad Real de Chiapas en la historia de fray Antonio de Remesal gobierno Constitucional de Chiapas, México D.F., 1974.
7.-BIBLIOGRAFIA
(3) Santiago Cruz, Francisco San Cristóbal de Las Casas, El encanto de sus muros centenarios en San Cristóbal de Las Casas, (Antigua Ciudad Real), 450 aniversario de su fundación. Patronato fray Bartolomé de Las Casas, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1978, pág. 33.
Artigas Hernández, Juan Benito Arquitectura del Virreinato, Análisis y Gráficas. Guía de la Exposición. Museo Universitario de Ciencias y Artes. Centro de Investigación y Servicios Museológicos. Coordinación de Extensión Universitaria. Universidad Nacional Autónoma de México, México D:F., 1984.
De la Torre, fray Tomás Desde Salamanca, España hasta Ciudad Real, Chiapas. Diario del viaje 1544 - 1555. Prólogo y notas por Franz Blom 1944 - 1945 Sesquicentenario de la Mexicanidad Quinientos años de Fray Bartolomé de Las Casas. Gobierno Constitucional de Chiapas, México D:F:, 1974.
Elaboró: Arq. José Benito Artigas H.
1984
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Santo Domingo