San Juan de Dios

1.-ANTECEDENTES.
En la conquista de Yucatán y Campeche, descubierta ésta el domingo 20 de marzo de 1517 por Francisco Hernández de Cordoba, participaron, además de los conquistadores encabezados por los Montejo, padre, hijo y sobrino del mismo nombre, un fuerte grupo de españoles que unían a su valentía y audacia la ambición y una crueldad extrema, aunque se diga por algunos autores que fue necesaria, para someter a la corona española a los aborígenes mayas. Tras los conquistadores militares llega a la península la primera avanzada de la conquista espiritual, representada en este caso por religiosos franciscanos, quienes en un primer intento de evangelización fracasan, volviéndose a España en 1535, mismo año de su arribo a Champotón, huyendo del peligro de morir a manos de los indígenas a quienes pretendían imponer su doctrina.



Una segunda misión franciscana llega a Campeche once años después, en 1546, teniendo como comisario a Fray Luis de Villalpando. Son los franciscanos y Agustinos los que desarrollan la principal labor de evangelización en la península, haciendo diversas fundaciones religiosas en su territorio. Landa nos dice que Fray Jacobo de Testera, Franciscano, paso a Yucatán y comenzó la adoctrinación de los hijos de los indios, y que los soldados españoles querían servirse tanto de los mozos que no les quedaba tiempo para aprender la doctrina.... fray Jacobo se tornó a México donde murió. Después fray Toribio de Motolinia envió desde Guatemala frailes, y de México Fray Martín de Hojacastro envió más y todos tomaron su asiento en Campeche y Mérida con favor del adelantado y de su hijo Francisco (de Montejo)..... y procuraron saber la lengua, lo cual era dificultoso (1).



En la época de erección del convento y templo de San Juan de Dios, tema La villa de Campeche..... dos alcaldes ordinarios, que lo son también de la Santa Hermandad, los cuales, con el alguacil mayor y un alferez mayor y otros, sin corregidores y un procurador general, hacen cabildo pleno de aquella villa, en la cual hay cuatro compañías de cien hombres las tres que se forman de los propios vecinos, y la otra de la gente forastera y de la mar, entrantes y salientes (2) para defenderse del enemigo holandés, o sean los corsarios que a mediados del siglo XVII saqueaban con frecuencia la villa.


2.-EMPLAZAMIENTO.
La actual ciudad de Campeche se encuentra ubicada a 1301 Km. de la ciudad de México, sobre la carretera número 180 que comunica a la primera con la de Mérida en el estado de Yucatán. Con una altitud de 5 mts. sobre el nivel del mar, su temperatura media anual es de 28°c., y su apacible y evocadora estructura urbana es rica en documentos culturales plasmados en sus añejas edificaciones. Dentro de lo que fuera recinto amurallado de la villa de Campeche, y en la manzana formada por la calle 16 al norte, el Circuito Baluartes al sur y oriente y la calle 53 al poniente, se encuentra el edificio que alberga al templo de San Juan de Dios, anexo al Hospital del mismo nombre; actualmente el templo se encuentra aislado de toda construcción, ya que en su costado poniente se abrió una amplia plazoleta que los separa de los edificios de la manzana.



El eje principal de la iglesia corre de sur a Norte, estando su fachada orientada a este último punto, en tanto que al sureste del ábside levantan su mole los restos de muralla y un baluarte que recuerda las incursiones piratas. Frente al templo y calle de por medio, se abre una plaza que permite contemplar en detalle su bella arquitectura.


3.-HISTORIA.
Pérez Galaz, cuando habla del Hospital de San Juan de Dios, nos dice que es probable, y así lo indican las fuentes que hemos consultado, que los primeros españoles pobladores de la ciudad de Campeche hayan construido un asilo u hospital muy modesto, para los necesitados, sobre todo, marinos, soldados y gentes de paso. Este primitivo hospital tomó el nombre de Nuestra Señora de los Remedios que posteriormente convirtióse en el Hospital de San Juan de Dios... (3). También Cardenas Valencia se refiere al Hospital en estos términos: Iter., hay en esta dicha villa un convento de la hospitalidad del glorioso patriarca Juan de Dios, sin renta situado, si bien la caridad de los vecinos y sus pingües limosnas hacen permanecer esta fundación donde asisten siempre cuatro religiosos y entre ellos un sacerdote que les dice misas y confiesa a los pobres enfermos cuando hay necesidad. Es un convento muy útil y necesario..... pues los enfermos, así los del lugar como los que desembarcan y vienen destituidos de medicina y regalo, hallan allí lo que han menester y quien los entierre de caridad, cuando de esta vida pasan (4).



La fundación del hospital se fecha en el año de 1626, y se da como fundador del mismo a Fray Bartolomé de la Cruz, con limosnas que a tal fin junto, aunque Pérez Galaz afirma que tal fraile solamente se hizo cargo de el hospital ya fundado en tal año, y su primitivo edificio es anterior a 1626. En el año de 1631, el gobernador de la provincia Don Fernando Zenteno y Maldonado, ordena que los navíos y fragatas que al dicho puerto (Campeche) llegasen, paguen y den limosna al dicho hospital, la cuarta parte de una soldada de marinero, para la medicina y cura y regalo de los enfermos..... (5). Se añade que El 30 de julio de 1675, la misma reina (doña Mariana de Austria), por cédula real le concedió quinientos ducados al hospital. En el mismo año se terminó la construcción del templo anexo, al decir de la placa que lleva en el frente del edificio entre los balcones del coro (6). Es pues el templo que nos ocupa posterior en su construcción al hospital al que pertenece y le da razón de ser, y en erección se logra en le momento en que la pobreza de medios del dicho hospital desaparece merced a las medidas del gobernador Zenteno y de la reina Mariana.



Actualmente el templo, aislado en su construcción, es adyacente al hospital general de la ciudad, formando, con la plazuela del mismo nombre, una zona independiente.


4.-DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA.
La gran masa del templo de San Juan de Dios se levanta aislada de los edificios circundantes en la plazuela del mismo nombre. Actualmente consta del templo propiamente dicho, orientado su frente hacia el norte, y teniendo adosado a su muro absidal la construcción, de menor altura que el resto del edificio, que aloja a la sacristía. Sus muros, de piedra mamposteada, presentan añejo aspecto y pérdida de los aplanados que originalmente recubriera su exterior, protegíendolo de los elementos. Tiene una longitud de 40 mts. y su ancho es de 13 mts., sin contar la sacristía, y su aspecto general es de pesantes y reciedumbre.



La fachada principal, separada de la calle únicamente por la banqueta al carecer de atrio, consta de una portada que no corresponde a la época de construcción del templo, ya que los elementos neoclásicos que la conforman la fechan a fines del siglo XVIII y principios del XIX. Se compone de dos cuerpos, separados por una cornisa moldurada; el inferior tiene una puerta con arco de medio punto sobre pilastras de corto basamento, entablerados ambos elementos. Flanquean al marco dos esbeltas pilastras estriadas que suben hasta la cornisa, sobre la cual aparecen dos ventanas, correspondientes al coro, de claro rectangular enmarcado en piedra labrada y coronadas con frontón. A los lados de éstas y sobre la misma cornisa, dos esbeltos remates rememoran el estilo plateresco del siglo XVI, elementos que quizá son restos de la portada del XVII.



Cierra la composición una doble cornisa con paño liso entre una y otra, dando al imafronte una forma trapezoidal. Entre las dos ventanas citadas, que tiene balcón enrejado, una placa de piedra labrada anuncia al visitante que Se hizo la Iglesia el año de 1675.



La torre del templo, remetida del paño de la fachada, y a su lado izquierdo asienta su planta cuadrada sobre el primero de los tres contrafuertes que refuerzan cada uno de los muros laterales. Su sencillo diseño, con un vano con arco de medio punto en cada cara y cornisa en la parte superior, sin remate, denotan que no fue concluida y la fechan muy posteriormente al resto de la obra. Las fachadas laterales contienen cada una, una puerta, rectangular la que ve al oriente y abocinada y con arco de medio punto la del lado poniente. Sobre ésta, una cornisa con dos remates cónicos que flanquean al escudo labrado en piedra de los Juaninos, rematado por un frontón roto. Entre estas puertas y el ábside, aparecen dos altas ventanas que iluminan la nave, si bien en la que ve al oriente aparecen huellas de puertas clausuradas, probables comunicaciones con el antiguo hospital.



El muro absidal, con huellas también de dos vanos en lo alto, actualmente tapiados, tiene remate triangular y en su lado izquierdo una espadaña sencilla. A lo largo de los muros del templo, remates en forma de pináculos alternan con otros esféricos. Destaca sobre la cubierta la alta cúpula que al exterior aparece sobre elevado tambor y de forma cónica, merced a ingeniosa solución, ya que en el interior se ve que descansa sobre pechinas y su sección es de media naranja. La remata un alto cupulín sobre columnillas y casquete esférico.



El interior del templo consta de cinco entrejes separados por pilastras entableradas, en cuyos capiteles descansan arcos de medio punto de piedra labrada, los cuales soportan la cubierta de cañón corrido, excepto en el cuarto entreje, ocupado por la cúpula descrita. Una ancha cornisa corre a la altura de los capiteles por todo lo la rgo de los muros laterales.



El coro alto se soporta por un arco carpanel, y en este tramo, igual que en el correspondiente al presbiterio el espacio interior tiene ancho menor que en el resto de la nave. El altar mayor tiene forma de ciprés, fabricado en madera y los muros se recubren con aplanado sin decoración, en tanto que pilastras, arcos y cornisa muestran la piedra aparente de su fábrica.




5.-OBRAS DE ARTE
Pocas son las que contiene en la actualidad el templo de San Juan de Dios, perdidas seguramente las que lo enriquecieran en su época de mayor auge. En primer lugar, mencionaremos el ciprés del altar mayor, de valiosa talla, en estilo barroco, que soporta su capelo de caprichoso diseño que recuerda en alguna forma los baldaquines de la Europa barroca. Lo corona una cruz de madera y en la actualidad esta pintado con esmalte y dorado.



Dentro de este ciprés, aparece la imagen escultórica, de dimensiones ligeramente mayores que las naturales, de la Virgen del Carmen con un niño, talla en madera policromada de gran calidad y magnífica factura, probablemente del siglo XVIII. El resto de las imágenes no pueden considerarse obras artísticas, sin embargo consignamos una Virgen María y un Sagrado Corazón de Jesús, esculturas de pasta de un metro de altura y factura moderna y pobre.


6.-NOTAS BIBLIOGRÁFICAS.
(1) Landa, Fray Diego de.- RELACIÓN DE LAS COSAS DE YUCATÁN PP. 29 - 30.



(2) Cárdenas Valencia, Francisco de.- RELACIÓN HISTORIAL ECLESIÁSTICA DE LA PROVINCIA DE YUCATÁN. P. 93.



(3) Pérez Galaz, Juan de Dios.- DICCIONARIO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO DE CAMPECHE. P. 21



(4) Cárdenas Valencia, Francisco de .- OP. CIT. P. 93



(5) IBIDEM.



(6) IBIDEM.


7.-BIBLIOGRAFÍA.
Landa, Fray Diego de.- RELACIÓN DE LAS COSAS DE YUCATÁN. Edit. Porrúa. México. 1978. Undécima edición.



Cárdenas Valencia, Francisco de.- RELACIÓN HISTORIAL ECLESIÁSTICA DE LA PROVINCIA DE YUCATÁN DE LA NUEVA ESPAÑA ESCRITA EL AÑO DE 1639. Biblioteca Histórica Mexicana de Obras inéditas. No. 3, México, 1937.



Pérez Galaz Juan de Dios.- DICCIONARIO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO DE CAMPECHE. Talleres Linotipográficos de Estado de Campeche, Camp., México, 1944.



Elaboró: Arq. Ramón M. Bonfil



1984