Imagen principal
Nombre del Inmueble
San Miguel Arcángel
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001217
Estado, Municipio, Localidad
Jalisco > Tlajomulco de Zúñiga > San Miguel Cuyutlán (140970015)
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-001217
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
El tlatoanazgo de Tlajomulco, que fue fundado a principios del siglo XVI, congregó a una serie más o menos importante de poblaciones entre las que destacaron Cuexcomatitlán y Cuyutlán, que eran cacicazgos de alguna relevancia. El nombre Cuyutlán es una voz náhuatl que fue adoptada en época de la llegada a la zona de los conquistadores y evangelizadores españoles en recuerdo de la cacica local Coyótzin o Tzualcoyótzin (1), una de las primeras personas que recibieron el bautismo de los religiosos que misionaron por la zona prácticamente al mismo tiempo en que Nuño Beltrán de Guzmán incursionaba por la comarca. El cerro del Sacramento es llamado así porque, según ha trascendido a base de tradiciones orales, la gobernante, después de llegar de su pueblo a Cajititlán, fue llevada hasta la punta de esa eminencia para ser recibida en el seno de una nueva religión con toda solemnidad (2). Cuyutlán, según varios historiadores, debe interpretarse, como lugar de la cacica Coyótzin (3) y no como lugar donde abundan los coyotes aunque queda abierta la posibilidad de que los gobernantes antiguos del sitio hayan escogido llevar nombres vinculados con los animales que seguramente abundaban en los alrededores.
Cuyutlán fue, entonces, la cabecera de un cacicazgo y, como en San Lucas Evangelista, floreció una interesante tradición en trabajos de cantería que, según se afirma, debe haber sido fundadamental en la edificación de varios conjuntos religiosos de los que ya no quedan ni vestigios (4). Los cuantiosos recursos que comenzaron a producir las huertas y las extensas zonas de cultivo quizá desde el siglo pasado contribuyeron a que el pueblo adoptara soluciones arquitectónicas modernas que sustituyeron a sus viejos valores.
El pueblo se desarrolló durante el virreinato y varios decenios del siglo XIX siguiendo normas que no deben haber sido muy distintas de las que rigieron en los otros rumbos del Lago de Cajititlán: hay numerosas evidencias de que así fue, aunque también abundan las adecuaciones urbanísticas y arquitectónicas que tuvieron que realizarse en atención a las distintas condiciones de Cuyutlán, especialmente en lo económico, pues todavía en épocas muy recientes fueron incorporadas nuevas tierras a los campos de labranza después de los fallidos intentos por desecar el embalse.
2.-EMPLAZAMIENTO
La localidad de Cuyutlán no tiene una plaza central propiamente dicha; su traza presenta algunas de las características que son comunes a los numerosos asentamientos organizados por españoles a raíz de la conquista aunque la mayor parte de sus rasgos actuales proceden de trabajos realizados en el pasado reciente.
El atrio de la parroquia es el espacio que cumple las funciones de plaza, pues no sólo es la única apertura en el centro del pueblo sino que la calle principal conduce, de poniente a oriente, justamente hacia su acceso; esa circulación es paralela a la carretera que va de Tlajomulco hacia San Lucas Evangelista y, por su anchura y por los varios árboles que la sombrean, se puede considerar una plazuela, por lo menos en las áreas próximas a la entrada al conjunto parroquial.
La altura de los muros laterales y del remate de la portada, la esbeltez de la torre, y hasta el color blanco con que han sido pintados los exteriores contribuyen a que el edificio participe de todos los remates visuales hacia el pueblo. El atrio ocupa una extensión muy considerable pero la parroquia y sus anexos no son los únicos ocupantes de la manzana en que se levantan; hacia el oriente y hacia el sur se encuentran varios conjuntos de viviendas cuyas características formales son compartidas con casi todas las construcciones del sitio.
La ubicación de la zona central del pueblo así como la utilización del terreno de la parroquia alguna vez fueron condiciones que determinó el nivel del Lago; desde 1948 (5), sin embargo, con los primeros trabajos encaminados a desecar la cuenca, en Cuyutlán se terminaron las relaciones entre el pueblo y el Lago pues la tercera parte que perdió el embalse, en la zona de esta comunidad, se dedicó a la agricultura. Hoy, pues, los paisajes al norte y al noreste del conjunto son cultivos y no agua.
3.-HISTORIA
El edificio parroquial dedicado al arcángel San Miguel es una obra nueva que sustituye al edificio histórico que debe haber ocupado ese lugar. Los únicos datos relativos a una cosntrucción antigua son los que sugiere el emplazamiento del conjunto y los que ofrecen algunos de los restos de la construcción anexa al sur.
Es improbable que al comenzarse la nueva fábrica el 3 de enero de 1895, como se consignó en una cartela situada al norte del acceso, se hayan aprovechado elementos de una edificación anterior, pues en un pueblo cuya fama ha trascendido por la calidad de sus canteros podría parecer obligado a conservar e incluir algunos trabajos en piedra procedentes de otra obra. El templo, entonces, fue erigido de acuerdo a los gustos de la época aunque se siguió recibiendo la influencia de la Catedral de Guadalajara por lo menos en lo que hace a la solución plástica de las cubiertas.
La construcción se completó, en base a un diseño arquitectónico que recogía lo mismo imitaciones de modelos consagrados que condiciones impuestas por la usanza de la época: entre las primeras se destacan algunas soluciones de detalle en la decoración y en el sistema compositivo del presbiterio y entre las segundas el reloj que ocupa el remate de la portada ocupa sin duda el primer lugar.
Los procedimientos constructivos empleados fueron relativamente sencillos, como los que hicieron posibles los muros laterales, a base de tabique y sillares de piedra intercalados con el objeto de garantizar la estabilidad de altos paramentos verticales. La barda atrial, con sus rejas y sus pilares a modo de almenas, así como una intervención para la readaptación de los anexos y el patio al sur del conjunto también proceden de la última etapa de la erección del templo.
Este templo fue consagrado el 18 de enero de 1956 por el Excmo. y Rvmo. Sr. Arz. Dr. Don José Garibi Rivera. El vicario Pbro J. Macías Cortés reza la leyenda que se inscribió en una segunda cartela ubicada en una de las jambas del arco de la portada del templo. Con motivo de esa consagración y con la posterior erección de la parroquia se han realizado otros grupos de trabajos constructivos que incluyeron la construcción de la casa y las oficinas parroquiales, además de varias mejoras y revitalizaciones a los jardines y pavimentos del espacio atrial.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El volumen de la parroquia ocupa visualmente el extremo oriente de la calle principal del pueblo, de manera que buena parte de las circulaciones del asentamiento conducen hacia el acceso al atrio, circunstancia que lo distingue y que, de algún modo, suple la ausencia de una plaza desde la cual podrían tenerse buenas condiciones de observación tanto del templo como del paisaje que lo circunda.
La barda del atrio es de poca altura y sus rejas le dan una sensación de ligereza y de transparencia que facilitan otras perspectivas del conjunto.
La fachada del inmueble es el elemento más destacado hacia el exterior y está compuesta, como otras varias, por la portada y la torre del campanario. La portada es de una gran sencillez pues consta sólo del arco de medio punto que señala el acceso; las jambas son de sección cuadrada y el arco propiamente lleva una moldura que le confiere la apariencia de archivolta; va flanqueado por un par de pilastras que presentan un quiebre en la esquina exterior y que soportan un entablamento cuya cornisa vuela un tanto exageradamente pero que contribuye a acentuar el efecto de claroscuro que rompe la continuidad del muro. La ventana de coro, que es octagonal no aporta sino su presencia para definir el eje vertical de composición que continúa más arriba con una larga hornacina también lisa y vacía y un reloj que, flanqueado por pretiles terminados en roleos, remata todo el paramento.
La torre es de notable esbeltez y considerable altura; su cubo está interrumpido por una moldura horizontal que es sólo decorativa. El campanario se organiza a base de dos cuerpos prácticamente iguales, ambos de planta cuadrangular y con vanos de medio punto en cada uno de los lados, sobre los que se alza el remate abovedado que incluye una especie de linternilla en la cual descansa una cruz de metal.
Los anexos son una serie de dependencias dispuestas alrededor de un patio; el conjunto al oriente es el más interesante pues lleva una arquería de cantera de muy buena calidad a la que desafortunadamente le ha sido añadida una techumbre de láminas que no parece haber quedado resuelta.
El interior de la nave es muy interesante porque la planta se originó en un esquema de trazo rectangular, por la altura de los muros y por la luminosidad que propician las ventanas situadas en las partes superiores. El edificio es, relativamente moderno a pesar de lo cual todavía se advierte apego a las formas con que ha influido la catedral tapatía tanto tiempo en tan numerosos sitios: en efecto, es ostensible un cierto alargamiento del entablamento sobre las pilastras que definen los tramos del templo así como la voluntad por utilizar nervaduras gotizantes en la techumbre.
El presbiterio aloja a una composición neoclásica soportada por dos pares de columnas corintias y terminada en un frontón curvo que cambia de paño para recibir un modesto trabajo de bajorelieve en su área central. La imagen del santo a cuya advocación está dedicado el templo va en un nicho rodeado por ornamentos que incluyen roleos y pequeñas flores. Sobre el muro norte se encuentra un altar lateral dedicado a la Virgen de Guadalupe; el marco de la imagen es un trabajo interesante tanto por su buena calidad como por recrear formas y soluciones representativas de la zona lacustre de Cajititlán: los ángeles casi de bulto que llevan la corona a modo de remate son motivos frecuentes en las decoraciones y en las soluciones arquitectónicas del centro de Jalisco.
5.-NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
(1) DAVILA Garibi, José Ignacio. Apuntes para la Historia de la Iglesia en Guadalajara. Tomo Primero, Editorial C ultura, T.G., S.A., p.109. México, 1957.
(2) RUBIN, Ramón. Lago Cajititlán. Colección Jalisco en el Arte. p.31. Jalisco, 1960.
(3) DAVILA Garibi, José Ignacio. Op. cit. p.109.
(4) RUBIN, Ramón. Op. cit. p.35.
(5) RUBIN, Ramón. Op. cit. p.39.
Enciclopedia de México, tomos 5 y 9, segunda edición, México, 1977.
OROZCO, Luis Enrique. Iconografía Mariana de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Tomo I. Jalisco, 1954.
ZARAGOZA Razo, José Luis. Historia Temática Jalisciense/Parte 1, reyno de Nueva Galicia, Universidad de Guadalajara. Jalisco, 1981.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Miguel Arcángel