Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000661
Nombre del Inmueble
Santa María de la Natividad
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
16 8084 4
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La palabra "Arócutin" deriva del tarasco "Ladera", el poblado está casi frontal a la isla de Jarácuaro y llega a él mediante la carretera que bordea el lago desde Pátzcuaro hacia Erongarícuaro.
Fué evangelizado por la orden franciscana derivada del convento franciscano de esta última cabecera, misma que construyó el templo en el siglo XVI sobre un cerrito del cual tomó su nombre, su privilegiada posición domina el reducido caserío que se agrupa alineándose alrededor de la única calle empedrada que atraviesa el pueblo ampliándose en su parte más alta formando una plazuela que queda a un costado del atrio y que constituye su acceso principal.
No se tiene aparentemente información sobre sus antecedentes hasta 1631 en que el "informe del Obispado de Michoacán" nos dice que tenía 30 vecinos y pertenecía al pueblo de Erongarícuaro; a mediados del siglo XVIII, 1754 la Relación de Pátzcuaro nos dice: el "... pueblo de Santa María Arócutín, tiene 18 indios casados 8 viudos y 6 jóvenes..." y la Inspección Ocular añade que "... son un grupo de miserables chozas, situadas ennuna loma estéril... sin cofradías, ni casas curales y cárcel, y tenía una pequeña, insignificante capillita..." No obstante, para el siglo XIX la población se componía ya de 83 vecinos que contaban con una iglesia de cal y piedra, con treinta varas de largo a la que se acababa de construir la torre, el altar mayor pintado de blanco y dorado también estaba recién hecho. El núcleo indígena continuaba siendo labrador y carecía de tierras de cultivo hasta que les fueron devueltas y quitadas al Sr. Octavio Cortés propietario de la Hacienda de Porumbo.
El conjunto actual consta de atrio, nave, torre y casa cural. Alrededor de la iglesia, los vecinos han invadido el predio hasta el paramento mismo de los muros de la nave.
El atrio de forma trapezoidal se delimita al Norte y al Poniente con una barda de mampostería, los dos accesos están enmarcados por pilastras de adobe con techo de vigas y teja; al sur se encuentran tecorrales y predios que fueron de la iglesia y hoy se disputan los vecinos, aún se utiliza como cementerio revistiendo una inusitada belleza por la irregularidad del terreno que le dan las escasas sepulturas que aún conserva.
La fachada hacia el Poniente como la mayoría de los templos franciscanos es de un solo paño, con portada de cantera y remate piramidal siguiendo la pendiente a dos aguas de la techumbre, el paramento adquiere una extraña proprción por el talúd que le agregaron en el muro sur con el fín de detener el desplome del muro.
El aplanado de recubrimiento conserva vestígios de estuco enlucido y pintura rojo almagre. La portada se compone de dos amplias jambas de moldura en la base y en la imposta, ésta última decorada con dos veneras de las que surge un alfiz moldurado que enmarca un vano de medio punto, sobre el que desplanta una ventana ajimez formada por dos arcos de medio punto con extradós ornamentado, separado por una columnilla de fuste ahusado y capitel corintio sobre basa. Se flanquean por pilastras entableradas; en la parte superior una cornisa moldurada indica la presencia de un enmarcamiento ya inexistente que bien pudo haber sido un alfíz.
El imafonte seguramente fué modificado en el siglo XIX, carece de nicho patronal, pero presenta tallas en piedra colocadas en el sitiio arbitrariamente, en la parte inferior dice: J+SIP JÞIIS MR referentes a Jesús y la Virgen; sobre el texto está un águila republicana de alas abiertas glan queada por el sol y la luna franciscanos, coronados por símbolos pasionarios; está también la tiara pontificia, la corona y el triángulo en medio del resplandor. A esta remodelación pertenecen también los pináculos que rematan la fachada.
La torre, ubicada al Norte, se integra a la fachada desplantando de un amplio basamento que se reduce en talúd, de paramento ciego con una pequeña ventana enmarcada en cantera al centro. El primer cuerpo es de planta también cuadrada, hyoradado por vanos de medio punto con impostas que sirven de campanario; el segundo, separado por una cornisa, se angosta ochavando las esquinas para formar un elemento octagonal achaparrado, con cuatro vanos de medio punto en cuatro de sus caras y roleos almenados en las otras cuatro.
Sobre un tambor ciego desplanta el cupulín de gajos formados por nervaduras de tabique, de silueta apuntada con una cruz el centro.
La nave con muros aparentes de piedra volcánica gris y mezcla de lodo calizo, se refuerza hasta la altura de los arrastres con dos grandes contrafuertes en el paramento Norte y la casa cural en el laldo Sur, a partir de las madrinas de los arrastres continúa en adobe con vigas perimetrales que soportan la estructura a dos aguas de madera cubierta con fajillas y teja. Por el interior se cubre de aplanado de cal con falsas pilastras de madera de diseño jónico sobre basa moldurada y fuste estriado, cuyo capitel y entablalmento soportan arcos fajones simulando cantera en que se apoya el medio cañón dividiéndolo en cuatro tramos, subdivididos a su vez en cuatro partes.
El falso cielo de tablones se recubre por tela estucada y decorada al estilo neoclásico, una primera capa es de tonos azules y una segunda en verdes a la manera art noveau, los planos interpilastra se apoyan sobre recuadros simulando mármol. La decoración se cierra hacia el muro testero para enmarcar el ciprés con un fondo tipo tapíz dando la impresión de una columnata griega sobre el muro, en el que se destaca el ciprés neoclásico blanco y oro, de columnas de capitel compuesto con arcos dobles en medio punto que soportan el entablamento moldurado del que desplanta la cúpula peraltada, con una cruz al frente y un resplandor en la cúspide.
El presbiterio se delimita por la reja metálica del comulgatorio, en la esquina sur- este se observa un adelgazamiento del muro hacia abajo, que da la impresión de ser un desplome de importancia, sin embargo la decoración denota que sufrió rebajes desde el siglo XIX en que se colocó el cañón.
El coro sobre el acceso es angosto hecho de vigas y recubierto con falso plafond de manta de cielo decorado igual que la nave, tiene barandillas de madera torneada y escalera de desván.
El piso es de madera colocada en diseños de ondas convergentes en recuadros romboidales, la puerta entablerada data del siglo XIX.
La casa cural se ubica al Norte de la nave a la altura del presbiterio, se conforma de una habitación que funge como sacristía con piso de piedra, porticada con acceso también por el patio que la precede al costado Norte de la nave; al fondo hay otra habitación y la escalera al segundo nivel que sirve de dormitorio a los Quenys (encargados del templo), el entresuelo es de vigas y tejamaníl; la techumbre de alero con viguería y teja, se paoya en columnas de madera de aristas ochavadas desplantadas de basas de cantera que soportan zapatas labradas de diseño jónico decoradas con guirnaldas floridas y grecas.
Al patio lateral se ingresa bajo un alero de vigas y tejas.
El inmueble fué restaurado con el apoyo de la comunidad que a cambiado de actitud desde la época del agrarismo en que pidió al entonces presidente Cárdenas el usufructo del inmueble. Hoy día, los semaneros y Quenys han retomado la costumbre de custodiar el edificio, lo que ha permitido su supervivencia en mejor situación que la que ternía en la década de los ochenta.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro del poblado
Código Postal
60632
Otra localización
Arocutin
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar