No se encuentran datos de esta población como asentamiento previo a la conquista, sin embargo es indudable que fué lugar importante, ya que en él iniciaba la ruta que seguía el emperador hacia Tzacapu donde estaba la sede del culto indígena, al dios Tocup-Acha; la campana que comunicaba los dos sitios fué mandada a construir en piedra por Tariácuri rey tarasco.
Desconocemos por que actualmente lo denominan Tziróndaro, ya que en todas las crónicas lo denominan Ziróndaro, el nombre del lugar es de origen tarasco ya que Zironda quiere decir Cienega, y el locativo ro.; o sea lugar de Cienegas, es pueblo cercano a San Jerónimo Purenchécuaro, con el que tuvo conflictos originados debido a que se les obligó a asistir a la doctrina a este sitio, con quien sostenían fuertes disputas cuando anteriormente dependían del convento de Erongarícuaro, llegando al grado de solicitar al rey se les regresara al mismo después de haberse levantado en pie de guerra. El rey contestó a sus demandas con cédula real aceptando, en tanto el padre Fray Pedro de Pila enfrió los ánimos invitándolos a asistir al convento de Tzintzutzan. El edificio seguramente data del siglo XVI o principios del siglo XVII, y fué posible construido con la idea de tener su propia iglesia y no asistir a pueblos vecinos, El Obispado de Michoacán en 1765, nos indica que estaba incluido en la visita cordillera ordenada por el obispado, lo que nos confirma que ya existía en le siglo XVIII a pesar de lo reducido de la vecindad de solo cuatro vecinos, la Inspección Ocular nos dice:
La iglesia es una nave demasiado larga con paredes de adobe, piedra y lodo, techo de tejamanil, de tierra el suelo, entablerado superior ruin, coro alto con órgano nuevo corriente, torrecita y campanario adjunto, debajo un indecente bautisterio, no mejor la sacristía, dos tarimas miserables y otros cuatro altares con sus retablos dorados de fea talla, distinguiéndose el mayor por más aseado... El pueblo contaba además con ... capilla del hospital que tiene sólo un pobre retablo, de tierra el pavimento, coro alto, paredes de adobe y con igual techo al de la iglesia... en ese momento el pueblo ... lo habitaban setenta y nueve tributarios indios, sujetos a república que nombran alcalde, regidor mayor y topil...
La construcción que hoy vemos, data del siglo XVIII sobre muros del XVI, se hizo en alto, al oeste de la plaza principal desde la que se llega mediante una escalinata.
El atrio es de pequeñas dimensiones delimitado por un barandal metálico, un caminopavimentado conecta en línea recta hacia la puerta de la iglesia.
La fachada es reciente, hecha con tabique y aplanada con mezcla de cemento, quizá los únicos elementos originales son: el vano de acceso, la ventana ajimez y el nicho con el apostol en el centro del frontón mixtilíneo del remate. El paño se dividió ostentosamente en calles por medio de pilastras rematadas en ánforas, las cuales muestran nichos de medio punto sin imágenes. El exterior con ínfulas de gran fachadismo choca con el interior descuidado y de mal gusto.
La torre es del siglo XVIII construida de piedra feamente calavereada después de habérsela despojado del aplanado que la recubría, consta de dos cuerpos sobre un ancho cubo que se escalona a la mitad, presenta una ventana de derrame curvo y un pequeño vano en la parte superior que remata en un friso con guardamalleta sobre el cual está el segundo cuerpo de cuatro caras horadadas por doble vano de medio punto con el extradós acanalado; tiene clave en relieve y guardamalletas en el desplante que se dividen mediante tres pilastras de retablo tablereado y sin capitel. Un entablamento moldurado de friso sin decorar sirve de apoyo al segundo cuerpo de planta octagonal con basamento decorado con guardamalletas y vanos también de medio punto con extradós en roleo encontrado y pilastras toscanas; un nuevo entablamento lo separa del cupulín sobre base octagonal de esquinas en realce y vanos romboidales en cada uno de los paramentos. La bovedilla de remate es de media naranja separada en gajos con aristas remarcadas y cruz de remate en la cumbrera.
El material de la torre en sus cuerpos altos es de cantera roja en sillarejo, trabajado con más cuidado que el basamento.
La nave es amplia como todas las obras franciscanas, los muros son de piedra y lodo, con grandes piedras en sillarejo colocados en las esquinas, ha perdido sus enjarres de barro al exterior y en uno de sus laterales tuvo que ser apuntalada ya que el desplome es considerable. Mediante tres vanos rectangulares se ilumina el espacio interior que conoció mejores tiempos.
Es de planta rectangular con ábside plano; el piso de mosaico verde substituye al de madera que tuvo originalmente y cambia de nivel mediante dos escalones en el presbiterio que se delimita por la balaustrada del comulgatorio. El altar en el muro testero es bastante feo de piedra en color blanco de ascendencia neoclásica y hechura popular, se compone de tres calles, con columnas compuestas y entablamento dentado. Las calles laterales poseen nichos de medio punto, pequeños vacios. Al centro la calle con gran arco de medio punto envuelve un ciprés con un lienzo guadalupano al centro y la imagen de San Andrés en talla de madera del siglo XVIII en el cuerpo superior formado de pilastras que soportan un frontón triangular.
Los muros de la nave con la pintura opaca y deteriorada están decorados con paneles de cenefas verdes color predominante que se forman en medio de pilastras pintadas de fuste decorado con guirnaldas de acanto. Varios altares neoclásicos decoran los paramentos. Los más cercanos al ábside de columnas pareadas y calle central con frontón triangular contienen las imágenes de la Inmaculada Concepción y un Santo irreconocible por su vestimenta. Las columnas están pintadas imitando mármol, muy a la manera de la Italia neoclásica. En nichos de peor factura, horadados en los muros se encuentra: el Nazareno, Nuestra Señora del Carmen, la Virgen con el Niño y Santa Martha, esta última igual que al Concepción parecen provenir de la antigua y desaparecida capilla del Hospital.
Los muros muestran ranuras para entubado eléctrico y largas balastras fluorescentes suplen la luz natural tan escasa en el interior.
El púlpito de rampa ciega con tallas floridas y ramilletes de flores policromadas está pintado con esmalte dorado en tono mate su tornavoz con la paloma del Espíritu Santo en la tapa inferior
El coro es reducido y se dobla en forma de L sobre uno de los paramentos. El cuerpo de la torre mordió parcialmente la nave quedando sin doblez en ese sitio.
La techumbre es a dos aguas con armadura de madera y teja, al interior muestra un falso cielo de manta que se inclina en los muros laterales simulando una batea tapando los canes colocados en tres hileras, esta decorado color amarillo con rosetones en el centro y racimos de vid en los arranques. En la parte del coro está podrido y desprendido quedando c olgante sobre el derrame del vano.
La casa cural es de construcción reciente aunque respeta el esquema arquitectónico original; se desplaza con pórtico perimetral a un patio cuadrado y es de los niveles con portales a base de cinco arcos de medio punto desplantados sobre pilares; los anexos nuevos son de tabique y los antiguos de adobe, aún se conservan algunos vestigios de la casa original, aunque el cura en un afán de comodidad y modernismo ha casi terminado con ellos.
