Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-001675
Nombre del Inmueble
Inmaculada Concepción
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
16 7616 2
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
Sabemos que la comarca montañosa de Angangueo fue dada en encomienda a Gonzálo de Salazar, el famoso encomendero que fue enviado en cadenas a España acusado del maltrato de los indios y sus acciones de injusticia. Perdonado por la corte no pudo regresar a gozar de su encomienda que pasó a manos de su heredero Juan Vázquez de Salazar, quién también fue beneficiado por las autoridades con tierras en esa región, en 1592 Gaspar de Negrete fue beneficiado con un sitio en las inmediaciones de Angangueo. Según algunos informantes Angangueo tuvo fundación franciscana que edificó el templo de San Simón ubicado frente a la capilla de la Concepción (Otro indicio pudiera ser la presencia ruinosa de la capilla de San Antonio).
El pueblo no adquirió relevancia hasta el descubrimiento de las ricas minas en el año de 1792, con las plantas de beneficencia y el comercio del personal que laboraba en ellas. A principios del siglo XIX contaba con 1,896 habitantes, asentados en típicas y cómodas viviendas entre los que destacan elegantes casonas ocupadas por los funcionarios de las minas y un buen número de extranjeros, muchos de ellos se aislaron en una pequeña colonia-club en la parte media del poblado sin mezclarse con el resto de los vecinos. La importancia económica del lugar propició que en 1822 se le dotará de Ayuntamiento "... en consideración a su población y a la de la Hacienda de su propio nombre que se encuentra inmediata...". En el sitio se comerciaba con el producto de las minas y el de las haciendas en un auge económico inusitado, para 1897 un empresario alemán Carlos Leyendecker asentado en Angangueo escribe a las autoridades de Irimbo: "... es público y notorio que este minera con las fundiciones en Las Trojes por su denodado y pereune trabajo hace sentir sobre todos los pueblos de ésta circunferencia su benéfico influjo, consumiéndoles sus semillas y artefactos que envían a su mercado semanariamente...".
Durante la etapa revolucionaria la iglesia quedó en estado ruinoso, según D. Fermín Barajas, los rebeldes se protegían con los lunetos de la cúpula recubierta con lámina de zinc; la agitación política de cristeros se organizaron y utilizaron como refugio el templo. En 1927 tomaron la compañía minera exigiendo la participación sindicalista en la propiedad.
El templo de la Concepción fue construido como propiedad privada de un personaje apellidado Sotomayor, a él acudían los vecinos europeos que abundaban en Angangueo orgullosos de la altura de su torre que domina el paisaje opacando, incluso a la Parroquia de San Simón.
Según la Srita. Auxilio Malagón Barjas, atrás del templo corría un río y varios túneles comunican a casa de los potentados del pueblo, (recientemente se inauguró uno que conduce a la casa del Sr. Parker prominente vecino inglés que fue convertida en Museo.).
En 1953 se acabó la mina que fue reactivada por el arzobispo D. Estanislao Alcaráz, en esa época se restauró la iglesia tratando de respetarse sus características originales.
El atrio es un espacio libre al poniente de la plaza del pueblo, rodea la iglesia ubicada en la parte central del terreno, cuenta con tres accesos, el del lado norte a ras de la calle y los otros dos a un nivel más alto con escalinatas de comunicación. Está encementado y carece de vegetación dando al templo un aspecto de desolación y sobriedad casi medieval.
La fachada es de torre-pórtico y se ubica al frente de la nave, el acceso es abocinado en arco de medio punto con derrame hacia el interior decorado con tres capas de columnillas en cordón a la manera compostelana. Está construida en fina cantera tallada de las vetas que se encuentran camino al mineral, explotándose en su diseño el contraste de los distintos colores y la variedad de los bancos. Una cornisa separa el segundo cuerpo, en el que se encuentra la ventana del coro con dos pares de ventana también apuntadas separadas por una columna con un rosetón en forma de cruz en la parte central, insertas dentro de una moldura acanalada sobre la cual está un reloj.
La torre, propiamente es de tres cuerpos, el primero cuadrado con dobles arcos en cada paño formados por columnillas en secuencia que se cierran hacia el interior donde se albergan las campanas; en las esquinas también desplantan columnas soportando otras exentas y de menor diámetro. La cornisa vuela considerablemente soportando sobre ella un cuerpo octagonal con vano en cada cara que se separa del subsecuente por una franja formada por una cornisa moldurada. El tercer cuerpo es igual al que le precede y remata con almenas de aguja que encuadran el chapitel piramidal coronado con una cruz de piedra sobre una peana esférica.
La nave es de planta de cruz latina de ábside poligonal, está construida en gruesos muros de cal y canto con las aristas escuadradas en cantera pulida, por el interior se recubren de aplanado quedando aparentes por el exterior. Rectos contrafuertes recortan los paños enmarcando vanos apuntados de clara influencia gotizante propia del eclecticismo, unidos por pares en la nave y aislados en los cruceros. Molduras de media caña sobre esbeltas columnillas decoran el extradós de cada ventana. Los contrafuertes coinciden en nervaduras apuntadas en una reminiscencia gótica que denota la fina talla de las piedras con que fue construida; en el crucero desplanta sobre pechinas una cúpula apuntada de ovoide, sin tambor, con su alta linternilla de fierro forjado y pizarra de zinc como remate. La que hoy vemos es producto de una restauración dado el estado en que quedó durante la época revolucionaria, etc.
El interior carece de imágenes, ya que hasta hace pocos años se reabrió al culto y se mantiene bajo el cuidado de los cofrades. Destacan el púlpito, el coro y la fachada del órgano como obras de excelente carpintería neoclásica, los nichos de los muros testeros están vacios. El acceso al coro se hace a través de un vano bajo la torre, al que se ingresa por el pasillo del pórtico y se sube por una espléndida escalera metálica construida a base de placas y remaches, que denotan la excelencia artesanal de los herreros de la población y que al igual que la linternilla, constituyen interesantes ejemplos del trabajo de forja de la localidad.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Angangueo > Mineral de Angangueo (160050001)
Nombre de la vialidad o calle
Plaza de la Constitución
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
61411
Otra localización
Angangueo
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar