Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-001792
Nombre del Inmueble
La Inmaculada
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
Tallas recolocadas en un arco que comunica al lado sur del templo de igual modo que en Nahuatzen, sólo que en este caso los vestigios recuperados fueron muy escasos.
El pueblo de Quinceo es uno de los más remotos de la meseta tarasca, se comunica a la población más cercana, que es Capacuaro, por una brecha dificil de transitar por lo solitario, el pueblo por las mismas razones que enumeramos es uno de los que mejor guardan su pureza étnica, vestimenta, idioma y costumbres.
Sabemos que su fundación se remonta al siglo XVI dadas las características de la portada, fue dependiente desde el siglo XVII de la cabecera de San Juan Capacuaro que ya en esa época lo consideraba como pueblo que formaba parte del beneficio que ya había pasado a ser Doctrina de Clérigos. La crónica de ésta época dice al respecto: "... El pueblo de Quintzio tiene de cuenta veinte vecinos y ocho muchachos de todas edades..." nombra cinco pueblos además de Capacuaro: Quintzio, Harancaracua, Harantepacua, San Andrés Turícuaro y Santo Thomas (éste último sólo con un indio) agrega que: "... En todos estos pueblos hay solos cuatro hospitales sin más propios y rentas que lo que el común, concurriendo en ellos, obra con sus manos en corazas, zapatas y jarcia, y de lo procedido curan sus enfermos y adornan sus iglesias..." en 1754 contaba apenas con 74 feligreses.
Existía una cofradía de indigenas que atendía la parroquia y el hospital de manera conjunta ya que la crónica nos dice: "...los libros de la parroquia y el pindecuario de indios por lo que consta tener este pueblo [de] Quintzio cincuenta pesos..." el pindecuario corresponde a un subsidio económico a los religiosos aportado por las Repúblicas de indios, distinto al Parandi que aportaban las organizaciones religiosas.
La carga debió ser muy pesada para la reducida comunidad agobiada por esta carga que representa el mantenimiento del hospital y el sostenimiento de la capilla, sede del gobierno indígena ya que de ella sólo nos restan dos piedras indicando una fecha que ornamentaba su fachada según dicen los vecinos que como en el caso de Nahuatzen la colocaron anexa a la fachada del templo.
La Inspección Ocular nos describe la extrema pobreza del vecindario que tenía en total abandono los edificos públicos "...No hay capilla de hospital, no hay casa reales y las curales son poco habitables.
No tiene escuela por lo corto del vecindario, y sus bienes comunes costan de la contribución de real y medio y de 30 pesos anuales de los pastos arrendados..." éste último dato nos confirma que existió la capilla y que en sus inicios fue dotada de tierras para su mantenimiento, siguiendo los lineamientos de D. Vasco para este tipo de fundaciones. Después de haber perdido a través del tiempo sólo se conservan las piedras con el siguiente texto:
" Abril 23 1663 A
OSMAIVS"
Ambas tallas se colocaron como impostas de un arco de medio punto sobre jambas recuperadas de una construcción ya demolida y colocadas de la mejor manera posible formando un acceso que comunica a los anexos del curato; también se conservan en el templo las imágenes que estuvieron en la capilla.
Planta arquitectónica (original)
Desconocido
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Anexo al templo
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
60265
Otra localización
Quinceo
Orden religiosa (original)
Sin Identificar