Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-001835
Nombre del Inmueble
San Mateo del Rincón
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI o XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
Vemos algunas tumbas en el frente que continúan en el lado norte de la nave en un espacio, que pese a todas las leyes que prohibían los enterramientos en las iglesias continúa vigente como campo santo, dando un innegable colorido y carácter de típica regionalidad inconfundible al conjunto.
La cubierta y la fachada se remodelaron hace pocos años y parte del atrio se usa como plazuela pública.
Debemos la fundación del pueblo de San Mateo del Rincón, hoy conocido como Cresencio Morales, con su capilla, a los frailes de la orden de San Francisco, que desde su sede de Zitácuaro donde tenían su convento, extendieron su proyecto de evangelización y la reducción de los indios comarcanos dependientes del gobierno indígena residente en este sitio, la iglesia por lo tanto es muy antigua, en 1765 el bachiller Pedro Joseph de Velasco, responde a la información solicitada mediante la cual debería describir los pueblos que conformaban al partido de Zitácuaro, de los once que dice lo componían, nombra en segundo término a San Matheo del Rincón localizado al norte de la Villa de San Juan Zitácuaro, que pertenecía a la cabecera. De San Mateo dice: "... con distancia del de la cabecera de cuatro leguas y media, y del dicho San Andrés, de cuatro, tiene iglesia de mampostería, proveída de ornamentos, vasos sagrados, cruz, administra al dicho pueblo y otros dos, que son el de San Bartolomé...y el de San Francisco el Nuevo...".
Don Manuel Rivera Cambas nos dice que "... tres leguas al noreste está el pueblo de San Mateo del Rincón que fue república de indios con gobernador y alcaldes, al que actualmente pertenecen dos pueblitos llamados San Bartolomé y San Francisco.." y agrega "... San Mateo del Rincón se encuentra entre los pueblos más notables situado a la orilla del río de Guadalupe... la iglesia parroquial es amplia y sus mil doscientos vecinos, se ocupan en cortar y labrar madera...". Lejarza nos dice que en 1822 el pueblo era "... vicaría de Zitácuaro... en el se ha puesto uno de los ayuntamientos subalternos del partido..." lo que indica que para entonces el gobierno indígena y el ayuntamiento coexistian precariamente y describe su situación de esta manera: "...es frío, produce maíz y trigo; sus habitantes labran maderas en que comercian, y es uno de los principales de aquella sierra. (lon 0º 56' 30"; lat. 19º28'. Altura desconcida). Con un total de 944 almas..."; la iglesia que hoy vemos conserva claros vestigios de la primitiva construcción, sobre todo el sotocoro, donde vemos huellas del cordón de los frailes de San Francisco fungiendo como solera de soporte de los canes labrados en que se apoya la viguería.
La fachada de cara al poniente, siguiendo la costumbre de la orden evangelizadora fue seriamente alterada, conservandose apenas las jambas monolíliticas de fino labrado plateresco, sobre las que se apoya el arco de medio punto oculto en esta ocasión por los ornamentos de las festividades de los pobladores. Sobre el acceso se observa una ventana con dintel labrado, que debe ser un vestigio de la primitiva portada y que se soporta por dos jambas de talla reciente; sobre el vano se observa una cornisa con las huellas de un frontón trunco flanqueado por almenas de perillón totalmente anástilas; el paramento aplanado con mezcla terciada a plomo y regla, pintado con vinílicas, se delimita mediante una cornisa de ladrillo que bordea el frontón inclinado producto de las vertientes de la actual techumbre a dos aguas, de escasa pendiente con que s e cubre la nave.
La torre que se ubica en la esquina nor-poniente, se desplanta de un grueso basamento cuadrado que soporta un cuerpo de similares características que abre vanos pares hacia uno de los puntos cardinales, un cuerpo superior de un solo vano por cara, hace las funciones de campanario, se delimita por un grueso entablamento apoyado en pilastras resaltadas que flanquean dicho vano y liberan la esquina del cubo que lo compone; sobre él vemos como remate, un cupulín con lunetos siguiendo la silueta del cuerpo que le precede y una peana cuadrada en la cumbrera, de la que desplanta la media naranja sobre la que surge una cruz metálica. La torre en conjunto está aplanada y pintada de blanco adaptandose al resto de la fachada con bastante acierto.
El atrio es un espacio reducido ocupado parcialmente por una cancha de basquet, se delimita por una barda de mampostería frente a la iglesia, que se continúa con un alambre de púas que circunda también el lado norte de la nave, abarcando el panteón cubierto de cruces de madera con sus respectivas coronas sobre tumbas de tierra revueltas con la maleza.
La nave es de una sola planta de ábside plano, que separa el tramo de los fieles del presbiterio a través de un arco triunfal apoyado sobre pilastras; los gruesos muros son de mampostería y mezcla de cal reforzados mediante contrafuertes en talud, están aparentes por el exterior y aplanados con pintura blanca y guadapolvo azul por el interior, se ilumina por vanos rectangulares que tienen herrería de ángulo y cristales corrientes en tonos azul y ámbar. El piso es de mosaico y asciende cuatro niveles hacia el presbiterio, en el que se encuentra una puerta de arco de medio punto que conduce a la sacristía; el altar desplanta de un basamento forrado en azulejo de los mismos colores que piso y muros lo que le da un aspecto desastrozo, en la cúspide vemos un nicho corriente formado por columnas que simulan ser jónicas, soportando un tablero anástilo que alberga en su interior la esplendida imagen del patrón San Mateo, que no nos explicamos cómo logró salir invicto de los saqueos de los grupos chavistas que asolaron la región. Un par de cuadros nos llaman la atención aunque la renuencia de los fieles no permitió que se les fotografiara en uno de ellos aparece la Trinidad y en el otro San Mateo; el primero seguramente neoclásico y el segundo de la época virreinal.
La techumbre es de vigas con tablado encima, carecen de arrastres y se clavan a los muros sin elemntos adicionales de soporte como canes o soleras, en una sección a las que faltan las tablas, vemos la estructura metálica que conforma el techo que le sirve de protección a la madera recubierta con lámina acanalada.
El coro al pie de la nave, aún conserva parte de la viguería del siglo XVIII, apoyada sobre canes labrados en modillones soportados por una solera también labrada con el cordón de la orden de los franciscanos, el suelo está formado por gruesas tablas fijadas en sentido perpendicular a la viguería que se apoya en columnas de concreto que aún se encuentran en proceso, cuyas varillas sobresalen desplantadas de basas de cantera que inicialamente debieron soportar columnas de madera, como en el caso de otros coros del occidente del Estado.
La sacristía se ubica al sur de la nave, consiste en una habitación rectangular a la que se ingresa desde el presbiterio y que comunica al espacio abierto que conduce al atrio; los muros están recubiertos de enjarre en ambas caras y el piso es de mosaico; se cubre por vigas de madera en tapanco que se prolongan hacia el frente para crear un pórtico apoyándose en una gualdra que descansa sobre zapatas labradas.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Michoacán de Ocampo > Zitácuaro > Crescencio Morales (San Mateo) (161120014)
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
61533
Otra localización
Morales Crescencio
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar