La antiguedad del pequeño inmueble se manifiesta en que la traza de la calle forma un ángulo agudo con el paramento del costado derecho de la capilla.
Solo conserva su espacio de subsistencia y la memoria de su orígen. De la portada solo quedan señales de sus muros lisos con sencilla entrada en arco de medio punto y la base de una posible espadaña como remate. La planta rectangular conserva aun la ruinosa cubierta con bóveda de cañón corrido y los contrafuertes sobre sus muros exteriores.
Huitzilac como estancia sujeta a Cuernavaca en 1532, como lo indican antecedentes históricos, tras la reducción resurge hacia fines del siglo XVIII con la formación de barrios y abandono de las capillas que, arruinadas, quedaron en tierras privadas perdiendo tambien el orígen y nombre de su advocación y solo son usadas como cobijo de animales domésticos y deposito de pastura.