La construcción de esta capilla se inicia el 11 de septiembre de 1769 y en 1805 se termina, dedicada a Cristo Crucificado. El cura de Asientos coloca la imágen del Santo Cristo bajo titulo de Señor de Tepezala, la devosión de esta imágen creció en forma rápida, pero el auge minero posteriormente a la guerra de independencia se vino abajo y para 1840 la capilla se encontraba en deterioro constante pese a las recomendaciones del Obispo Pedro Loza.
Actualmente la capilla se ha conservado con apoyo de la comunidad católica.