Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-002121
Nombre del Inmueble
San Juan de Dios
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
El conjunto hacia la primera mitad del siglo XIX, contaba con la gran casona que alberga el hospital y el templo mucho más antiguo y que data del siglo XVI. El templo fue conocido primeramente como de Nuestra Señora del Rosario; el hospital fue erigido en los terrenos que de su misma casa donó el Señor Don Gaspar Suárez de Ávila, lo cual aconteció en 1576. En él funcionó un tiempo el colegio de San Ildefonso. En 1915 con la llegada de Alvarado se ocupa por oficinas de Hacienda y en 1923 se instaló el Museo arqueológico de Yucatán.
La siguiente información fue tomada textualmente del Catálogo de Construcciones Religiosas del estado de Yucatán. Editado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Dirección General de Bienes Nacionales. Formada por la Comisión de Inventarios de la Cuarta Zona 1929 - 1933. Recopilado por Justino Fernández.
"SAN JUAN DE DIOS.
HISTORIA. SU FUNDACION. El templo de San Juan de Dios, llamado antes de Nuestra Señora del Rosario, es uno de los más antiguos de Yucatán, pues data del siglo XVI. Algunos creen que se fundó en 1607, pero seguramente fue muchos años antes, pues habiendo servido de Catedral provisional mientras se construía la actual Catedral de Mérida, es, por lo tanto, más antigua que ésta que se dio por terminada.
En esta iglesia hacían sus juntas y ejercicios los Hermanos de la Cofradía de Jesús Nazareno, antes de que se construyera la Capilla del Señor de la Cena o del Divino Maestro, anexa a la Catedral, y tal vez por esta razón "fue hermoseada con cuadros que representaban a los doce Apóstoles, de muy fina pintura italiana que donó el canónigo don Bartolomé de Honorato". (J. F. Molina. T. II. Pág. 394). Estos cuadros han desaparecido.
Hospital de San Juan de Dios. Junto a esta iglesia se fundó el antiguo Hospital de San Juan de Dios, del cual la historia dice: "Dn. Gaspar Suárez de Avila y su mujer Dña. Isabel Cervantes, viendo general Alvarado, se instalaron en éstas los colegios la necesidad de un hospital, desmembraron la casa que les servía de morada y donaron una parte del solar de ella al Ayuntamiento de la ciudad, para que en él se erigiera, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, un hospital, del cual el mismo Ayuntamiento fuese patrono. Se construyó (1570-76) frente al costado septentrional del terreno en que hoy se levanta la Catedral y junto al pequeño templo, llamado primero de Nuestra Señora del Rosario y después San Juan de Dios, cuando se dio el hospital a los religiosos de San Juan de Dios, que lo administraron hasta 1821". (J. F. Molina. Tomo... Pág. 28.)
Desalojan el hospital los religiosos. En ese año, el 15 de febrero y por decreto de las Cortes españolas de 1º de octubre de 1820, desalojaron los religiosos el hospital, trasladando los enfermos hombres al ex Convento de San Francisco y las mujeres a la Tercera Orden (pequeña iglesia adyacente a éste).
(M. A. Lanz. Pág. 175.)
Vuelve al Ayuntamiento. Suprimidas las órdenes religiosas, el hospital volvió a manos del Cabildo hasta el año de 1860, que fue trasladado a la Mejorada, a moción del doctor don Agustín O'Horán, y, por último, el moderno hospital que lleva el nombre de este ilustre doctor.
Sirve para colegio y oficinas. El antiguo hospital algo transformado que ahora constituye las casas números 493 y 495, de la calle 60, forman los anexos de dicha iglesia. En dichas casas estuvieron un tiempo el seminario y después el Colegio de San Ildefonso.
Se instala el museo. Ocupada la igles ia y anexos por el Gobierno del Estado en la época del general Alvarado, se instalaron en éstas los colegios "Josefa Ortíz de Domínguez" e "Hidalgo" y después las oficinas de la Contaduría Mayor de Hacienda, los Talleres del Diario Oficial y Tipográficos, y durante el gobierno de Carrillo Puerto, por acuerdo de fecha 25 de enero de 1923, se instaló el Museo Arqueológico de Yucatán. La última parte de dicho acuerdo dice: "Se designa como local para el establecimiento de que se trata, el edificio que ocupa actualmente la Contaduría Mayor de Hacienda, para lo cual se procederá a su desocupación y a hacerle las adaptaciones a que se destina". Por tal motivo, se trasladó la Contaduría Mayor de Hacienda a la casa número 495 comprendida en estos anexos, y en la que se encuentra todavía.
DESCRIPCIÓN. Superficie y dimensiones. Ocupa este predio una superficie de 404.60 metros cuadrados, siendo sus dimensiones interiores de oriente a poniente, de 27.02 metros, y de norte a sur, de 8.40 metros. La altura de sus techos es de 10.80 metros y, del coro de 5.60 metros. Por el exterior hasta la cornisa de sus fachadas, inclusive, tiene 12.40 metros y hasta el remate de su campanario 20.80 metros.
Nave. El templo es de mampostería de una sola nave dividida longitudinalmente en siete partes por arcos sobre pilastras, a las que están adosadas medias columnas con base y capitel dóricos y cuyos fustes se prolongan formando la arquivolta de dichos arcos.
Cubierta. La cubierta está formada por vigas de madera sin labrar, llamadas rollizos, empotradas y apoyadas sobre pequeñas zapatas de madera. Colocadas muy juntas forman entre sí pequeñas bovedillas de argamasa que al cubrir todo el techo, constituye el entortado o terrado de la azotea. Regularmente estas vigas están aparentes y pintadas al óleo. La forma de la cubierta es muy original y usada con frecuencia en los templos de poca importancia. Hasta metro y medio o dos metros de los muros laterales, el techo es plano, encurvándose después según la forma de los arcos que soportan las vigas, las que por esta razón presentan un aspecto raro, y como digo antes, bastante original.
Pisos. El piso es, en una mayor parte, de mármol italiano, pues sólo al fondo y en lo que corresponde a la última división, es de cemento. Esta última división, al oriente, seguramente formaba el presbiterio, existiendo ahora, donde estaba el altar mayor, una puerta con reja de fierro ornamental que comunica con la calle 58. Además de ésta, existen tres más; la principal al poniente, que comunica con el jardín, y dos laterales, de las cuales una comunica con el anexo que forma también parte del museo, y la que mira a la calle 61.
Claros. Iluminan el interior del templo cinco claros, correspondiendo un balcón sobre la entrada principal en el coro; uno muy pequeño en el mismo sobre la fachada lateral; dos ventanas altas en esta misma; y una en forma de ojo de buey sobre la fachada posterior y en el eje de la puerta. En la cubierta y en los centros de las divisiones que forman los arcos, hay unos pequeños tragaluces casi innecesarios, pues está bastante bien iluminado el interior por las puertas y ventanas.
Coro. El coro colocado en la primera división al poniente, era pequeño, sostenido por un arco rebajado en el que se apoyan, por un lado, sus vigas de madera cubiertas por cielo raso de manta. El barandal es de fierro sencillo y su piso es de mosaico. Al adaptarse este templo para museo, se agrandó el coro, llevándolo h asta la segunda división, construyéndose ese aumento con vigas de fierro y dalas de concreto, e instalándose en él la Oficina de la Dirección. Comunica el coro por medio de una pequeña puerta y bajando dos escalones, con una de las galerías altas del anexo y se sube a él por una escalera estrecha, sacada del grueso del muro norte, con 22 escalones de losas, y cuya entrada está en la galería colindante del anexo.
Pintura. Los muros interiores están pintados al óleo en colores lisos, conservándose en buen estado.
En todo el largo de la nave y junto a los muros laterales están colocados sobre sencillos pedestales, los ídolos y los fragmentos de piedras sacadas de los monumentos antiguos de los mayas, y en las paredes las fotografías, muy interesantes por cierto, de las ruinas de dichos monumentos.
Exterior. El exterior del templo es también de alguna importancia. En la fachada principal, la portada es insignificante, pero no así la espadaña o campanario que, aunque pequeño, es esbelto. Está compuesto de tres cuerpos que van disminuyendo en forma piramidal, con tres arcos en el primero, dos en el segundo y uno en el último, coronado por un pequeño remate.
A los lados del primer cuerpo hay dos motivos ornamentales en forma de eses, que completan la silueta, y en las cuatro esquinas del templo, sencillos remates de mampostería en forma de pirámides muy alargadas.
La fachada lateral es un muro liso con pequeña cornisa en lo alto. En ella está una hermosa y bella portada plateresca, pero con cierto aspecto medioeval, en cuyo arco de entrada el motivo principal está formado por el cordón característico de la Orden Franciscana. Sobre este arco y con el mismo motivo ornamental está un pequeño nicho vacío. Es lástima que sobre esta bella portada, que en sí basta para dar importancia y valor artístico al edificio, se encuentre un gran letrero pintado en el muro, indicando el objeto a que está destinado este viejo templo; letrero que, colocado en otra parte y más discretamente, no causaría tan mala impresión y llenaría bien su cometido.
La fachada posterior ha sido modificada, pues sobre dos contrafuertes pequeños que en ella se encuentran, pusieron unos pegotes en forma de remates, bastante feos. La reja de fierro que cierra la puerta de esta fachada, es de un estilo moderno que no concuerda con el del edificio que, por este lado y por estas causas, es un verdadero desastre.
Anexos. La parte oriente de estos anexos, o sea la que está comunicada directamente con el templo, consta de dos pisos, estando ocupada una parte del primero por el museo, y la otra por unos talleres de tipografía y encuadernación. El segundo piso está totalmente ocupado por el museo.
Es de planta casi cuadrangular, con un amplio patio al centro, rodeado de corredores con arcadas de columnas dóricas gemelas; y después de éstos, por los lados norte, oriente y poniente, crujías con piezas y la escalera principal colocada en el ángulo suroeste.
Adaptaciones. Al hacerse las adaptaciones para la instalación del museo, el Gobierno del Estado construyó en el patio una galería baja que lo divide en dos, con techo en parte plano de concreto armado y en parte curvo de lámina acanalada, sostenido por pilares de mampostería, entre los cuales y las columnas de los corredores norte y sur, levantaron delgados muros, de mampostería que la cierran. Esta galería es la sala número 3 de la Sección Colonial del Museo.
En la crujía norte, las modificaciones que sufrió el ed ificio fueron mayores, pues cambiaron totalmente los techos en los dos pisos, vaciando los muros. Ahora dichos techos son de vigas de fierro y de las de concreto, sostenidos por pilares de mampostería, con delgadas divisiones en el segundo piso. La misma modificación se hizo en una parte de la crujía poniente, detrás de la escalera principal, formándose una amplia pieza en el primer piso correspondiente a la azotehuela del segundo, que sirvió de refectorio al colegio y en donde ahora están las prensas del taller tipográfico.
Entradas. Además de estas modificaciones, se hicieron otras consistentes en tabiques divisorios en el corredor oriente.
Esta parte del edificio contiene, además de los tres arcos con rejas de fierro que dan sobre el jardín y que pueden considerarse como entrada, aunque sólo sea utilizada como tal de la iglesia, otra entrada privada para el museo sobre la calle 58, y otras más con zaguán que le sirven al taller tipográfico.
Tanto los muros de mampostería, como sus pisos de mosaico y cemento, y los techos en su mayor parte de vigas de madera, se conservan en buen estado. Las paredes están pintadas a la cal, y las vigas, puertas y ventanas, rejas y barandales, al óleo.
Pieza en el 3er. piso. En el ángulo noreste del corredor del segundo piso, hay una escalera de fierro de caracol, que conduce a la azotea y a una pequeña pieza, no hace muchos años construida, que, con una torre de fierro ahora abandonada, servía de observatorio meteorológico.
Destino de la parte poniente. La parte poniente que completa los anexos, consta en su mayor parte de dos pisos, pues sólo la crujía que da a la calle 61 es de uno solo. Está ocupada en la planta baja por las Oficinas de la Contaduría Mayor de Hacienda, por la Imprenta del Diario Oficial, y al fondo por los talleres tipográficos citados, estando todo el segundo piso ocupado por el Museo.
Su planta es irregular y consta de un hermoso patio rodeado por los lados oriente y poniente por crujías; la del oriente formando un solo salón y la otra dividida en cuatro piezas. Por el lado norte hay un corredor y detrás tres piezas en el piso bajo y un salón en el alto; y por el sur, después de un corredor igual al anterior con dos piezas cabeceras,
La crujía de fachada con el zaguán de entrada y dos piezas a los lados. Todo en un solo piso.
Parece ser que esta puerta del antiguo edificio ha sido poco modificada, pues sólo se han construido algunos tabiques divisorios. Su construcción es igual a la de la parte oriente y como ésta, se conserva en buen estado, aunque menos cuidada, pues sobre todo la parte ocupada por la imprenta y talleres, se ve sucia.
La fachada es sencilla, igual a la de las casas comunes, y ventanas bajas cubiertas de rejas viejas de fierro. Los muros son enteramente lisos y sin cornisa.
Jardín de entrada. El pequeño jardín que le sirve de entrada al Museo, está limitado por un pretil bajo y pilares con elementos mayas y sobre éste, una moderna reja de fierro.
El Museo de que tanto se ha hablado, encierra en sus amplias galerías ricos ejemplares y reproducciones de las artes maya y colonial.
CONDICIONES MATERIALES. Todo este predio se encuentra en buen estado de conservación."
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
61
Número y/o identificador de la vialidad o calle
495
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Mérida
Orden religiosa (original)
Sin Identificar