La capilla de esta localidad -enclavada en los inicios de la Sierra de San Felipe- fue levantada en los primeros años del siglo XIX, a base de adobe y con una pequeña portada de cantera labrada. Su interior poseía algunos elementos neogóticos, especialmente en el coro que se desplantaba sobre una arcada de tres elementos. Desapareció hace cerca de cinco años -los lugareños dicen que se cayó- y en su lugar se edificó un nuevo templo en concreto armado, que presenta pésimo diseño y construcción.