Oxitlán (1950: San Lucas Ojitlán, villa) vio sus varios sujetos congregados después de una epidemia y una inundación, en 1571.
Como sucede en otros casos, al templo de San Lucas Ojitlán le fue impuesto un campanario extra, de dos cuerpos.
Su sencilla portada presenta un pórtico renacentista con acceso de medio punto, rematado por una cornisa sobre la que se apoyan dos hornacinas vacías separadas por un ojo de buey octagonal.
El remate mixtilíneo es de reciente construcción.