Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-002950
Nombre del Inmueble
San Antonio de Padua
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
31 1818 1
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
Compone este conjunto la iglesia, el camarÍn, el convento de dos claustros, la capilla, casa del sacristán, atrio delimitado con arquería y huerta, construido sobre el antiguo edifico precolombino conocido como Papolchac, concebido por el arquitecto y maestro de obras el padre Fray Juan de Mérida y bajo el cuidado y dirección del legendario y controvertido Fray Diego de Landa. El convento fue erigido desde el capítulo de 1549, pero no fue hasta 1553 cuando se da inicio a la construcción, una primera etapa fue concluida en 1561 bajo la supervisión del P. Fray Francisco de la Torre, concluyéndose los portales que circundan el atrio en 1618.
En el siglo XVII le fue destruida la ramada que antecedía la capilla de la tercera orden o de indios, asimismo data de esta época el camarÍn de la virgen situado en la parte posterior del presbiterio y su escalinata.
Durante el siglo XVIII la fachada de la iglesia fue reformada, las pinturas murales se cree fueron realizadas a fines del XVI o principios del XVII.
En el año de 1993 en el atrio de este conjunto, celebró una misa a las comunidades indígenas de América el Papa Juan Pablo Segundo.
Sin duda este conjunto constituye el ejemplar más bello y representativo de la arquitectura religiosa novohispana en la península.
La siguiente información fue tomada textualmente del Catálogo de Construcciones Religiosas del estado de Yucatán. Editado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Dirección General de Bienes Nacionales. Formada por la Comisión de Inventarios de la Cuarta Zona 1929 - 1933. Recopilado por Justino Fernández.
"SAN ANTONIO DE PADUA
HISTORIA. Conocida también como la Ciudad de los Cerros, por los montículos artificiales que existen en ella, tuvo por nombre primitivo el de ltzamal y su fundación data del siglo IV, época en que los itzaes, unos de los primitivos pobladores de la península, según la tradición, vinieron del occidente.
Los citados primeros pobladores, guiados por su rey y sumo sacerdote, construyeron grandes templos y palacios sobre cerrillos hechos a mano, llamados mules o kues, de forma piramidal y que, según el P. Landa fueron en número de once o doce.
El Ilmo. Obispo don Crescencio Carrillo y Ancona, en su obra titulada "Obispado de Yucatán", dice así: "Con el transcurso del tiempo las pirámides de lzamal han ido desapareciendo, y si ahora tres siglos y medio, el P. Landa encontró once o doce, hoy en día sólo quedan cinco o seis, seguramente las principales..." Las cinco muy conocidas que hoy se ven son: la de Itzamná, nombre del antiguo fundador; la del Papolchach, la Casa o Castillo de los Rayos; la de Kab-ul, la Mano Obradora; la de Humpictok, la Capitanía; y la de Kin-icb, Sol con Rostro (donde se dice enterraron a ltzamná).
Esta última queda en la parte norte de la ciudad, departamento llamado antiguamente Pomolché, al que dio el P. Landa título y patrocinio de San Ildefonso, cuya estatua se conserva en una pequeña capilla del extremo de la ciudad, rumbo al pueblo de Tekal. El mismo nombre de San Ildefonso dio al otro cerro, sobre el cual dice el P. Fr. Antonio de Ciudad Real escribiendo en el siglo XVI año de 1588, que los frailes edificaron una capilla y dieron al montículo el nombre de "El Tabor". He aquí sus palabras: "En aquel pueblo (lzamal) de mediana vecindad de indios mayas, excepto un barrio llamado Santa María..." hay algunos kues o mules, y entre éstos uno muy alto, al cual se sube por una escalera de piedra de cien escalone s; los primeros cincuenta son muy grandes y disformes, y al cabo de ellos se hace una plaza capaz de mucha gente; luego se suben los otros cincuenta, los cuales son pequeños, y en lo alto está una plazuela pequeña, a la cual dicen que sólo el sacerdote subía antiguamente a ofrecer sacrificios a los ídolos.
Allí hicieron nuestros frailes una ermita de paja, en la cual decían misa el día de la Transfiguración, porque le habían puesto por nombre el Monte Tabor, pero vino un viento tan recio que aventó de allí la ermita y quedaron solamente tres cruces sin casa ninguna. Todos aquellos Mules vinieron a menos y ya están casi cubiertos de árboles y hechos monte.
El otro departamento de la ciudad, esto es, hacia el sur, lo consagró Fr. Diego de Landa a Santa María y San Antonio de Padua, dedicando especialmente el cerro Kab-ul (Mano Obradora) a la Santa Virgen y el Humpictok (Capitanía) a San Antonio. En la Papolchach (Castillo de los Reyes), emprendió la fabricación del convento de San Antonio, que hoy es ruina, y la Iglesia Parroquial y Santuario de Nuestra Señora, que permanecen. Hablando de la pirámide "Castillo de los Reyes" en que se encuentra el actual santuario, dice así el citado P. Ciudad Real: "El Convento de Izamal, cuya vocación es de San Antonio, está acabado (1588) con su claustro alto y bajo, dormitorio e iglesia, hecho todo de cal y canto y de bóveda edificado sobre un Mul, y súbese a él por muchos escalones. Para edificarlo se abajó el Mul, un poco, habiendo primero derribado un edificio antiguo muy soberbio labrado de cal y canto, con piedras de extraña grandeza, así de largo como de ancho, puestas en lo alto y muy bien labradas, en el cual (antes que el convento se hiciera) moraron mucho tiempo los frailes, porque había aposentos para celdas y oficinas e iglesia, todo muy capaz, y afirmaba un fraile viejo fidedigno, que cuando derribaron aquel edificio fueron tantos los murciélagos que de él salieron, que destruyeron una estancia de ganado mayor adonde fueron a parar."
De estas palabras se infiere que la pirámide kinich, llamada ahora el cerro grande o mayor, y que como ya advertimos se encuentra al norte, no era antes el mayor o más alto, sino el otro Papolchach (Castillo de los reyes) en que se halla el santuario de Nuestra Señora de Izamal, así por que hubo de bajarse de éste el cuerpo más culminante en que estaba el templo pagano, como porque el P. Landa en su "Relación de las Cosas de Yucatán" dice que subió sobre la capilla pagana y era tan elevada, que desde allí se veía hasta el mar, circunstancia que no se encuentra en el que ahora se tiene por el más grande de los montículos, que está dedicado a San Ildefonso, que fue llamado Tabor, que por algún tiempo tuvo sobre su cima un oratorio de paja y que por varios años se celebró allí la santa misa, el día de la Transfiguración del Señor. (Pág. 283 a 288).
Por el mes de agosto de 1549, vino directamente de Europa a Yucatán, el Padre Albalate trayendo seis religiosos cuyos nombres eran: Fr. Diego de Landa, Fr. Francisco Navarro, Fr. Antonio de Valdemoro, Fr. Antonio de Figueras, Fr. Pedro de Noriega y Fr. Antonio de Alvarado. Estos religiosos, que con los que ya había antes sumaban aproximadamente 18, todos franciscanos, celebraron el día 29 de septiembre de ese mismo año un Capítulo Custodial, en el que resultó electo el P. Bienvenida, guardián del Convento de Izamal y asignado al mismo Fr. Diego de Landa. Este joven misionero, incansable, virtuoso y enérgic o, acompañó por algún tiempo al guardián en la antigua Ciudad de ltzamná, pero impulsado siempre por el propósito de convertir a los idólatras escondidos en los bosques, lo abandonó, hasta que celebrado en 1553 nuevo Capítulo, fue electo guardián del convento, encargándosela, dice Cogolludo, cuidar de fabricarse, porque hasta entonces eran unas casitas de paja en las que habitaban los religiosos. Animado el P. Landa con esta recomendación y por su carácter activo y emprendedor, concibió el plan de obras que poco después comenzó, ayudado por la multitud de los indios pobladores de esos lugares, a los que animaba no sólo en lo espiritual sino en lo material, pues tomando el hacha, iba a los bosques en compañía de ellos, a cortar los maderos y sacar las piedras necesarias para los hornos de cal que requería la fábrica de esos hermosos edificios.
Construcción de la Iglesia y Convento. - Como se ha dicho antes, el P. Landa comenzó la construcción de la actual parroquia y convento, el año de 1553, pero anteriormente, desde el Capítulo del año de 1549, fue erigido el convento que en aquella época tuvo el quinto lugar de antigüedad en la provincia, y cuya advocación fue desde entonces de San Antonio. Su iglesia tiene por titular la Purísima Concepción y la capilla actualmente conocida por la Tercera Orden, pero que primitivamente fue la iglesia destinada a los indios, tuvo por titular a San Antonio de Padua.
El año de 1561, el P. Fr. Francisco de la Torre, provincial del convento, acabó la construcción de las obras. El historiador Cogolludo, al hablar de dicho señor, dice así: "Acabó de edificar el Convento de Izamal que había comenzado nuestro padre Landa y se concluyó este edificio el año de 1561, si bien la iglesia y lo de la portería parece haberse consumado el año antecedente de 1554, según denota un rótulo grabado en la piedra que hace clave sobre la puerta de ella" (Historia de Yucatán, Lb. VI, Cap. X). En el corredor del lado poniente del atrio, en el cuarto arco a la derecha, entrando por la rampa, existe una piedra grabada que dice "1618 años", lo cual indica que en este año se terminó la construcción de ese hermoso atrio.
Leyenda. - El Padre Fr. Juan de Mérida, arquitecto y maestro de muchos obreros de esa época, también tomó parte en la edificación del Convento de Izamal.
Por considerar de bastante interés todo lo relativo a la historia y bella imagen de la Virgen de lzamal, tan venerada en su iglesia y cuyas festividades, principalmente las que se verifican en diciembre, son tan famosas en Yucatán, consigno la leyenda y datos referentes a ella.
"El V. P. Landa... se propuso traer una imagen de la Santa Virgen, ofreciendo ir a buscarla el mismo a Guatemala, en cuya ciudad existía un escultor inteligente. A la sazón se quiso otra imagen para el convento de Mérida, y ambas fueron traídas en una caja, verificándose el milagro de que por más que llovía en el camino, jamás caía al agua sobre la caja ni sobre los indios conductores, ni en cierto trecho en derredor. En Mérida los frailes escogieron para su convento, la que les pareció de rostro más hermoso, devoto. La otra, aunque traída por los indios de Izamal y destinada a su pueblo la reclamaron los españoles de Valladolid, diciendo no debía permanecer en un pueblo de indios. Los de Izamal se resistieron; los españoles intentaron realizar su propósito y cuando la imagen estaba ya en los suburbios del pueblo, se la sintió de repente tan pesada, que los conductores no podían ir adelante con la carga. La Madre de Dios intervino en favor de los indios de Izamal, y no hubo fuerza humana capaz de remover la imagen..." (Apéndice al Diccionario Universal de Historia y Geografía, T. 9, Pág. 601).
Inscripciones. Debido a la gran fe que en toda la provincia se tenía a esa imagen, considerada como la más milagrosa de esa época, fue llevada tres veces a Mérida con gran pompa y solemnidad, para acabar con las epidemias y plagas que azotaban la península.
Existen en la esquina Noreste, cruzamiento de las calles 30 y 31, tres placas con las siguientes inscripciones: "María Sma. de lzamal fue a Mérida y volvió en 22 días, con lo que se remedió la epidemia y estas casas se hicieron con asistencia del señor Mariscal Don Antonio de Figueroa, Gobernador y Capitán General de esta provincia. Año de 1730".
"María Sma. de Izamal fue a Mérida y volvió en 26 días, con lo que se remedió otra peste, saliendo de aquí a primero de julio, gobernando el señor Mariscal Don Antonio de Benavides y principió el del Capitán General Angel Bencomo. Año de 1749".
"Nuestra Señora de Izamal fue y volvió a la ciudad de Mérida en 50 días, habiendo salido de ésta a 10 de junio con que se remató la langosta que molestaba esta provincia, gobernando el señor Mariscal de Campo Cristóbal de Zayas Guzmán y Moscoso y siendo patrón Don Juan Roberto Pardú Coronel del Batallón de Milicias del Rey y su partido. Año del Señor de 1769".
En la misma esquina, en los portales que dan a la calle 30 existe otra lápida que dice: "Estas casas de la Virgen Sma. de Izamal se techaron todas de nuevo y los pórticos se hicieron desde los cimientos con licencia del Ilmo. Sr. D. Pedro Agustín Esteves y Ugarte, su Administrador Joaquín Quijano. Año del 1816".
Estas casas y pórticos a que se refieren las anteriores Iápidas, son propiedad de particulares, pero antiguamente el producto de ellas era destinado al culto de la Virgen.
Al frente de la rampa norte que da acceso al atrio, existe otra lápida que dice: "A la piedad, celo y devoción de S. S. Mariscal de Campo Int. Gob. y Cap. Gral. D. Benito Pérez Baldomar y del Ilmo. D. Pedro Agustín de Esteves y Ugarte y del Patrón de la S. S. l. V., el señor Don Joaquín Quijano, se debe la reedificación de estos pórticos que se inició el 20 de mayo de 1805 años".
El historiador Cogolludo, hablando de la Virgen de Izamal y refiriéndose a una de las veces que fue llevada a Mérida, dice "El R. P. Fr. Antonio Ramírez, guardián del convento de Izamal por el año de 1745, y con motivo de la peste habida en Campeche y Mérida en junio de ese año, y de la llevada de la Virgen a Mérida, con las joyas ofrecidas a la Virgen y que mandó venderlas (para lo cual llamó un maestro que las aprendió) mandó hacer un trono de plata labrada de martillo, muy costoso y vistoso, sobre el cual se colocó y está la Santa Imagen esculpida en el remate de él como se fabricó de las joyas que le dieron en Mérida.
Hizo también unas andas cubiertas de plata de la forma del trono. No alcanzaron las dichas joyas para la costa de estas andas y así se hubieron de hacer de otras limosnas que juntó para ellas. Dejó muy adornada esta Santa Imagen, porque cuando volvió de España con la misión de religiosos y trajo las reliquias de San Diego, trajo también para la Virgen un vestido riquísimo que se lo pone en las principales festividades, y una vidriera cristalina muy capaz, aunque sin abrir su sagrario se descubre patente toda la Santa Imagen, corriendo solamente los velos que tiene adelante.
Mientras fue prelado de aquel convento la hizo también un transparente muy lucido y adornado de pinturas que corresponde a lo oriental de la capilla mayor. Fue obra de mucho trabajo, porque como está fundada la iglesia en un cerrillo, por la parte que hubo de obrar la nueva fábrica, estaba el suelo profundo respectivamente de lo de la iglesia. Vencióse aquella dificultad con el trabajo y quedó el transparente igual con el mérito del retablo donde está la imagen y a los pies del trono, un altar donde se dice misa". (His. de Yuc. Tít. II, Pág. 568.)
El 16 de abril del año de 1829 ocurrió un incendio en el camarín de la iglesia, en el que se quemó, además del retablo mayor y varios altares, la imagen traída de Guatemala por el P. Landa y que hacía 270 años había sido entronizada.
"En noviembre del mismo año, (1829) para reponer la que se quemó, el pueblo, el ayuntamiento y el cura, pidieron a Dña. María Narcisa de la Cámara que les concediera la otra imagen guatemalteca que dejó en Mérida Fr. Diego de Landa y que estaba en casa de dicha dama, después de haberla tenido más de cien años su tercera abuela, doña Magdalena Magaña, quien la dejó para las tres festividades anuales.
"Como resultado de esta gestión, el 29 del propio mes llegó aquí esta segunda imagen y fue entronizada en su santuario el mismo día con gran júbilo de los izamaleños.
"El 8 de diciembre de 1854, fecha de la declaración dogmática de la Inmaculada Concepción en Roma por S. S. Pío IX, encontrándose de visita en esta ciudad el Sr. Dr. D. José María Guerra, natural de Campeche, Obispo entonces de Yucatán, firmó en el altar de esta imagen el Mandamiento Pastoral sobre el jubileo relativo a dicha Declaración.
"En 1881 la retocó el artista Dn. Gumersindo Sandoval, como consta en una pequeña placa de bronce que se ve en la peana de la imagen y que a la letra dice: "Siendo cura de esta Parroquia el S. Pbro. Dn. Vicente María, el joven Plutarco Andrade hizo presente la necesidad que había de retocar en forma a esta celebrada imagen de María Santísima, y sabedor de esto el Sr. Dn. Fernando Leal acogió con devoción la iniciativa ofreciendo hacer de su cuenta todo el gasto del retoque y el vestido para lo cual se ocurrió y se obtuvo el superior permiso del Ilmo. Obispo, y fue traído de Mérida el notable escultor don Gumersindo Sandoval, quien la dejó toda "bella, toda hermosa' y el Ilmo. y Revmo. señor Obispo Dn. Leandro Rodríguez de la Gala y Enríquez, la bendijo solemnemente el 21 de noviembre de 1881".
"Cuentan los izamaleños de aquella época que para llevar a cabo la obra a que se refiere la inscripción que acabamos de reproducir, el señor Sandoval trabajó en una de las piezas interiores del ex convento sin que el pueblo se diera cuenta de ello, porque éste siempre se había opuesto a que la imagen fuese retocada, y que cuando vino a bendecirla el señor Rodríguez de la Gala y Enríquez, el virtuoso prelado tuvo frases de muy justo elogio para el señor Sandoval. Dicen que al penetrar al camerín con su comitiva, contempló un momento la imagen y exclamó: -¡Oh, qué bella imagen de la Virgen María! ¡Dios os iluminó señor Sandoval! ¡Esta es vuestra obra maestra - Señor, respondió el modesto artista al prelado, estoy muy contento de mi obra, pero estoy más agradecido del bondadoso elogio que hace de mí".
"El ilustre izamaleño Dr. D. Crescencio Carrillo y Ancona, gran patriota y notable historiador, veneró a esta imagen desde niño, y siendo Obispo d e Yucatán, la coronó solemnemente el 2 de febrero de 1890 en desagravio de un robo que se hizo de su antigua corona..." (Artículo escrito por Don Arturo Monforte C. en Izamal, el 28 de noviembre de 1929, con motivo del primer centenario de la adquisición de la Virgen y publicado en la "Semana Ilustrada" del "Diario de Yucatán".)".
Límites primitivos. Durante sus primeros años, la parroquia con el convento y todos los anexos, ocuparon una gran extensión de terreno pudiéndose hoy con dificultad, fijar aproximadamente dicha extensión, a causa de las modificaciones habidas desde entonces. Pocas huellas quedan de lo que fue primitivamente este importante edificio, que a juzgar por ellas ha sufrido grandes mutilaciones que lo han reducido considerablemente.
Limitaba el atrio por su frente, o sea el poniente, las paredes que formaban la cara del gran cerro construido por los mayas y que posiblemente reforzaron o pulieron al construir sobre él el edificio católico, encontrándose en su parte media la gran rampa de un solo cuerpo, que daba acceso al citado atrio. A los lados de esta rampa quedaban espacios libres en forma de explanadas que, tal fueron consideradas entonces, como partes integrantes de todo el predio.
Por el norte, o sea frente a la actual plaza del mercado, la rampa, también situada en la parte media del atrio, distinta a la del poniente, por ser de dos cuerpos, tenía a sus lados unas pequeñas piezas en dos pisos, que posiblemente ocupaban personas que, como porteros, transmitían al convento los avisos, llamadas, etc., de las personas que no podían llegar hasta la morada de los frailes. A continuación de estas piezas, existían unos portales, adosados a las paredes del cerro, en los que los peregrinos descansaban de sus largas caminatas, antes de subir la rampa para llegar al atrio. En los portales cercanos al crucero que forman las actuales calles 30 y 31, existió una pequeña capilla dedicada a San Antonio, en la que los pasajeros que no contaban con el tiempo necesario para visitar la iglesia, depositaban sus ofrendas y hacían votos por el feliz término de sus largas jornadas.
Por el sur, existió otra rampa de un solo cuerpo, como la del poniente, y a sus lados explanadas como las citadas antes y a continuación de éstas, hacia el oriente en la parte baja, se hallaba el cementerio con su capilla correspondiente y junto a éste, ocupando gran parte del lado oriente, la huerta con un pequeño portal y entrada hacia el norte, noria y una escalera de dos cuerpos que daba acceso al convento por la parte destinada a los servicios generales.
Límites actuales. Por el lado poniente, junto a la rampa hacia el sur, se encuentra actualmente la casa ocupada por la Liga de Resistencia del Partido Socialista (no se sabe cuándo fue construida, pero sí que lo fue hace muchos años), llamada entonces "Casa Real", la cual, hasta hoy, pertenece al municipio. Presenta en su frente un arco y a cada lado de éste dos ventanas que fueron colocadas no hace mucho tiempo, pues había en lugar de ellas, arcos como el que queda. En este lugar, hacían su guardia los indios llamados "tupiles", que además servían para conducir a los viajeros en los vehículos usados en esa época. La modificación que se hizo de dicha casa, fue con el fin de acondicionarla para escuela, siendo ocupada después por el juzgado de Primera Instancia, por la Oficina de Telégrafos y después por la Liga de Resistencia del Partido Socialista.
Junto a esta casa existen otras que, seg ún informes de personas ancianas de la localidad, fueron construidas por don Pablo Bolio, en la explanada que antes existió y que se remató, como los demás lotes que le fueron restados al convento, en el año 1857. Actualmente estas casas, hasta la esquina, son propiedad de don Narciso Rodríguez.
Por ese mismo lado de la rampa hacia el norte, existen unos bellos portales construidos en la época del Imperio, por una familia Rodríguez, y después cedidos al Ayuntamiento, sirviendo para mercado hasta 1924 en que se construyó el que actualmente existe.
Detrás de estos portales hasta la esquina y parte del lado norte del atrio, se encuentran unas construcciones en terrenos que se dice remató don José María BoIio y en los que se encuentran los portales, que modificados por dicho señor, son los ya mencionados antes, en donde existió la pequeña Capilla de San Antonio.
Una parte de estos portales, hasta la pequeña construcción de dos pisos, junto a la rampa del norte, fue modificada tapándose los arcos y dejando en lugar de ellos puertas para comercio de ropa, establecido actualmente. .
Es de notarse como caso raro, que en esta propiedad, que perteneció al señor Bolio y actualmente al señor Ramón López, consideran como parte de ella, el primer piso de la construcción de dos, citada ya, dejando únicamente al convento el segundo piso comunicado con la meseta de descanso de la rampa.
Por este mismo lado norte de la rampa, hacia el oriente, los portales que existían fueron modificados, tapándose los arcos y poniendo divisiones para transformarlos en accesorias.
Por el sur, las modificaciones han sido también de importancia, pues la rampa que primeramente fue de un solo cuerpo, como la del poniente, fue transformada igualándola a la del norte.
El señor don José Dolores Ramírez, de su peculio, hizo la modificación apuntada, levantando, además, dos pequeñas construcciones de dos pisos (como la del norte), a los lados de la nueva rampa, las que posteriormente pasaron a ser propiedades particulares. Sigue otra construcción adosada al muro bajo del anexo del convento, al parecer bastante antigua, que perteneció al señor Pablo Vallado, que se dice la adquirió por remate. Hace treinta años pasó a ser propiedad del señor José del Tránsito Rejón, quien también es propietario con su hijo, Abraham Rejón, de los terrenos del antiguo cementerio hasta los linderos actuales del predio, terrenos que se dice remató don Teodoro Ancona que fue su primer propietario.
Por el lado del oriente, la huerta que daba al convento fue dividida durante el gobierno del general Alvarado en 1915, por una nueva calle que se abrió (hoy la 28), dejando al otro lado de dicha calle un pequeño solar que, por esta circunstancia, es considerado como un predio distinto.
Para abrir la calle fue necesario tapar la antigua noria del convento, pues quedaba precisamente en el centro de ella. En 1914, y por disposición del general Alvarado, parte del ex convento fue ocupado por oficinas públicas, entre ellas el Correo, hasta el año de 1920, en que fue desocupada.
La capilla llamada de la Tercera Orden, fue ocupada algún tiempo por una logia masónica, y las piezas que le siguen hacia el sur, conocidas como casa del sacristán mayor, fueron ocupadas por una escuela católica, hoy desaparecida. En 1921, el Ayuntamiento local solicitó se le concediera en usufructo parte del convento para destinarlo a escuela, pero en vista de que al serle concedido no lo emplearon para el objeto, quedó últimamente sin efecto lo acordado antes.
Estas han sido, en resumen, las distintas fases por las que ha atravesado el grandioso edificio construido por el P. Landa. Mucho ha sido modificado; gran parte destruido por el tiempo y el abandono en que en distintas épocas se ha encontrado, y muchas también han sido las mutilaciones sufridas desde 1857 hasta 1915. A pesar de todas estas calamidades, su majestad y grandeza se imponen y piden la veneración y el constante cuidado a que es merecedor todo lo que, como este antiguo e histórico edificio, es considerado como monumento nacional.
DESCRIPCION. Consta el predio de iglesia, ex convento, capilla, casa del sacristán mayor y atrio, ocupando una superficie total de 14,687.18 metros cuadrados.
Está la iglesia construida sobre la gran plazoleta del antiguo cerro levantado por los mayas, en la parte central de ella, desarrollándose hacia el oriente, y mirando su fachada principal al poniente. Colinda al norte, con el ex convento; al sur, con la capilla de la Tercera Orden y terrenos particulares (antiguo cementerio); al oriente, con la calle 28 (nueva) y al poniente, con el atrio.
Dimensiones. Construida de mampostería con gruesos y altos muros, es de una sola nave que en el interior tiene 51.90 metros de largo, dividida en tres cuerpos que corresponden de poniente a oriente, al coro de 9 metros de ancho, por término medio.
En el primer, debajo del coro, está la puerta principal y en el costado derecho la del bautisterio. En el central, las dos laterales que comunican a la izquierda con el ex convento y a la derecha, con un pequeño patio común también a la capilla de la Tercera Orden. En el último, o sea en el presbiterio, una puerta a la izquierda comunica por un pasillo intermedio, con la sacristía que, aunque por su destino debe considerarse como parte integrante de la iglesia, por su situación corresponde al edificio del ex convento.
Claros. Iluminan la iglesia grandes ventanales situados: uno en el coro, dos en el cuerpo central, del lado derecho, y dos en el presbiterio, uno de cada lado. Hay además, sobre uno de estos últimos (el de la izquierda), una ventana más pequeña en forma de ojo de buey.
Presbiterio. Está el presbiterio un escalón más alto que el piso de los otros cuerpos, siendo su altura, inclusive el espesor de la bóveda, de 18.40 metros y la del resto de la iglesia de 16.12 metros.
Cubiertas. La bóveda que cubre la iglesia es de cañón seguido hasta el presbiterio, siendo de éste y el ábside que lo remata, de crucería con bien labradas lacerías que le dan un aspecto vistoso por su estilo ojival, comúnmente empleado en esta región para ornamentar las bóvedas que cubren los presbiterios o capillas mayores de las iglesias.
Abside. El ábside donde está colocado el altar mayor, es de planta poligonal. En dos de sus lados hay unos pequeños nichos y en el que corresponde al eje del altar y como a cinco metros sobre el piso, se encuentra el trono de la imagen comunicando con el camerín. Además del escalón, que separa el presbiterio del cuerpo central en el que hay un barandal de fierro sencillo, hay otros cuatro escalones como a la mitad del citado presbiterio, con barandal de madera y dos púlpitos.
Coro. El coro descansa sobre bóveda de cañón, correspondiendo al arco rebajado que lo separa del cuerpo central de la nave. Su altura respecto al piso de la iglesia, es de 6.30 metros y se sube a él por una escalera irregular, estrecha y obscura, situada detrás de la entrada principal, o portería del ex convento, sobre el corredor poniente del primer patio, y que desemboca a una amplia pieza que comunica con el coro y el resto de la planta alta del ex convento. Dicho coro es bastante amplio, con piso de cemento y barandal de fierro sencillo.
En el muro lateral izquierdo y sacada del espesor del mismo, hay una escalera de caracol de piedra labrada con 24 escalones que sirve para subir a las azoteas del ex convento. De éstas a las de la iglesia se llega por medio de una pequeña escalera recta de mampostería con diez escalones.
Fachadas. Sus fachadas son muy sencillas, pues la forman muros lisos. Las laterales posterior en sus partes libres, están sin aplanar y la principal aplanada y pintada a la cal. Esta tiene en su puerta principal, cubierta por el corredor oriente del atrio, una sencilla portada plateresca, y dicho corredor, a la altura del coro, un gran ventanal de estilo que recuerda algo al morisco con reja de fierro ornamental moderno, cuyo motivo principal es una gran cruz latina.
Las paredes laterales y posterior están coronadas por remates almenados, dando al conjunto visto por detrás, en donde hay, además, grandes y pesados contrafuertes, todo el aspecto de una fortaleza.
Corona la fachada principal hermosa espadaña compuesta de tres cuerpos, siendo el dominante el central, de forma piramidal, con perfiles curvos y clareado por tres arcos alargados de medio punto, en dos de los cuales están colocadas las campanas. Los laterales, muy pequeños, sólo tienen un arco sin campana, y junto al de la izquierda, en el que hay un balcón con barandal de fierro sencillo, está una pequeña torre de planta cuadrada, en la cual está instalado un reloj público. En esta torre, bastante chaparra y fea, hay cuatro arcos de medio punto, con restos de barandales de madera y como remate una pirámide decagonal, sobre pequeño basamento exagonal.
Campanas. Hay en los arcos de la espadaña cuatro campanas, dos de 0.65 y 0.62 metros de diámetro y dos de 0.43 y 0.38 metros de diámetro. Estas y una de las grandes son antiguas, sin ninguna inscripción, y la mayor es moderna, con la marca de la fábrica norteamericana que la vendió.
En la parte posterior de la iglesia se encuentra el camarín, cuya construcción abarca tres pisos. La planta baja la componen cuatro piezas, dos comunicadas entre sí y todas con el exterior por arcos o claros sin puertas; techos de madera (rollizos) y entortado y pisos de tierra. Están llenas de escombros y basura y en ellas anidan multitud de murciélagos.
En el primer piso hay un pasillo común a la iglesia y al ex convento, con techo de bóveda y piso de cemento; una terraza que abarca dos pisos, con arcadas de medio punto, de muros delgados, la mayor parte de la cual está ocupada por la escalera que conduce al segundo piso o camerín propiamente dicho. Esta escalera tiene 18 escalones de losas que conducen a una meseta, de la que parten otros cinco escalones más de forma curva, para llegar a dicho camerín. El techo de esta terraza es de vigas de fierro y viguetillas de madera, no hace mucho tiempo reconstruido.
Tres piezas más sirven de taller de velería y bodega con techos de vigas de madera (rollizos) y entortado, piso de hormigón, en gran parte destruido, y pintadas a la cal. De una de estas piezas se sale a una pequeña terraza de forma irregular, con pretil de mampostería, toda ella llena de escombros y basura y casi en estado ruinoso.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
30
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Izamal
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar