Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003663
Nombre del Inmueble
Nuestra Señora de Guadalupe
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La capilla de Guadalupe, corazón del barrio de su nombre, no es una obra aislada sino parte de un conjunto ahora -octubre de 2005- dominado por un edificio mayor y muy reciente: la cuasi parroquia del mismo nombre que ha debido ser concluida con la esperanza de que su categoría parroquial sea reconocida a corto plazo. La capilla antigua, pues, se encuentra en el sector norte de un atrio que tiene un frente mayor a su fondo. Por la disposición de las dos iglesias, la nueva, al sur, y la tradicional, al norte, podría pensarse en una situación de cierta complejidad, pero la verdad es que cada uno de los templos tiene, por fortuna, sus propios ámbitos y sus propios accesos.
Guadalupe es el nombre de uno de los barrios tradicionales de San Mateo Atenco, una de las localidades y uno de los municipios de mayores dimensiones y mayor abolengo en el sector central del Estado de México. No tiene esa zona los elementos que son propios de los barrios, es decir, plazas, jardines y otras referencias; pero sí tiene una calle principal, la que lleva el nombre del primer presidente de México si bien las colindancias y hasta los predios del otro lado de la calle significan fuentes de presión plástica y utilitaria para la capilla.
Como es natural, la capilla se encuentra en posición de presidir el espacio de su atrio (y de la sección que le corresponde). El atrio es una muy pequeña explanada pavimentada con piezas de cemento y acabada con sólo un par de jardineras en las que prosperan varios árboles característicos de la región. El volumen del templo, así, es de fácil comprensión y lectura pues su fachada principal se encuentra a distancia suficiente de la reja que integra la mayor parte de la división atrial.
La fachada del conjunto está formada por la portada de acceso y por dos torres de campanario; la del lado norte, de incorporación reciente al complejo, es más grande mientras la del lado sur está mucho mejor proporcionada además de que no oculta su ascendencia del todo popular y hasta ingenua. La primera es de dos cuerpos de planta cuadrangular y termina en un remate con forma de campana; la segunda es la que contiene la escalera que permite subir a la azotea y desde luego es la única que fue construida con piedra y otros materiales regionales, a diferencia de la primera que ya incluye soluciones constructivas modernas y contemporáneas.
La portada de la iglesia es una creación en la que destacan, desde luego, las soluciones populares que reinterpretan elementos que se consideran tradicionales, como los varios que integran una portada a base de dos cuerpos. En esta capilla hay desde luego una portada de dos cuerpos que afirman la perdurabilidad de los rasgos más arraigados entre las comunidades así como la capacidad constructiva real de los grupos más estrechamente relacionados con la iglesia: Todos los componentes de la portada son de argamasa y van adosados al muro de fondo de manera que forman parte de la obra desde el momento de la construcción del paramento.
Los dos cuerpos de la portada se unen mediante un sencillo entablamento que remata el primero y da base al segundo. El bajo consta de la puerta de acceso, en un arco de medio punto, y el segundo se organiza en torno de la ventana de coro, del mismo trazo. Los límites de la composición se encargaron a las columnas medias muestras que flanquean a ambos vanos en los dos niveles. El remate de esa portada es una sencilla sucesión de tres nichos vacíos antes de la elevación del pretil de frente que se resuelve a manera de frontón de trazo triangular, todo lo cual resume, de una manera popular e ingenua pero ingeniosa, una combinación de tendencias plásticas que perduraron en la comunidad hasta hace relativamente poco tiempo. Completa la composición un cuarto nicho, éste sobre el cubo de la torre y al que se remató con un frontón del tipo más elemental.
Los muros laterales, lo mismo que el testero y los que relacionan al edificio con su entorno y sus colindancias, son igualmente de piedra y mampostería y todos van aplanados y pintados de blanco para que sólo destaquen las molduras y los otros elementos en relieve, que aparecen pintados en azul.
La planta del edificio es de forma rectangular si bien ello no impide que el espacio conste de dos zonas muy claramente definidas y que en una de ellas, la que corresponde al presbiterio, se encuentre un arreglo verdaderamente único en el panorama de la arquitectura religiosa popular del Estado de México. La nave, como se anotó, fue proyectada para ser cubierta con vigas de madera aunque esa condición debió cambiar con el tiempo para garantizar la estabilidad del conjunto: esa techumbre, en efecto, dejó su lugar en los años más recientes a una solución al parecer definitiva que se construyó con una losa de concreto y en la que fueron respetados los desniveles que le dan una iluminación especial a la singular apariencia del presbiterio.
Con ese trazo, el interior de la nave se organiza dispuesto entre muros paralelos y bajo un cielo raso que cubre convenientemente las nuevas apariencias de la losa de concreto. A pesar de los arreglos perdura el arco triunfal que antecede al presbiterio y, sobre éste, un arreglo que debió ser respetado aún cuando se modificaron las propuestas y los acabados de esa zona.
Los muros laterales forman pues el espacio, pero alojan arcos de medio punto que van soportados por columnas medias muestras en las que siguen vigentes los trazos de ornamentación horizontal a base de motivos vegetales que distinguieron una primera y vigorosa etapa del barroco en México. Si bien esos elementos de la nave no ocultan su ascendencia culta, es un hecho que el mismo espacio de feligresía aloja una importante cantidad de soluciones y de detalles inspirados por una reinterpretación del neoclásico.
Más allá del arco triunfal se alzan los dos elementos principales en la composición y en la integración del edificio: primero desde luego el retablo que ocupa la extensión vertical y lisa del muro testero; y luego la solución de la bóveda que semeja una cúpula de escasísimo peralte y en la que se resumen, de varios modos, muchas de las creaciones y buena parte de las interpretaciones de la comunidad acerca de las enseñanzas de la Iglesia.
El primero de esos elementos, el retablo, es realmente uno de los tesoros de la capilla pues se trata de una obra auténtica de la época más brillante en la historia del templo. Es una pieza de madera labrada y dorada dedicada a la Virgen de Guadalupe y en la que sólo se encuentra una escultura, la de Jesús en la Cruz rodeada de pinturas. No es, así, un retablo mixto sino una aportación local a la interpretación de los modelos de vida que sugieren los retablos. Si bien la imagen de la Guadalupana ocupa un lugar de relevancia y a pesar de que preside la composición una interpretación de la Santísima Trinidad, las pinturas recrean escenas de la vida de Jesús.
La bóveda sobre el presbiterio, de trazo elíptico y de muy escaso peralte, ha sido al parecer sujeta al sistema de estructuración que propuso la losa de concreto en esa zona. Los rasgos de interés de esa pieza se encuentran en el diseño y en los acabados de una bóveda rebajada y adaptada a las capacidades del espacio y de los componentes de la estructura: va dividida en 12 sectores de formas y dimensiones diferentes y en cada uno una figura: Jesús y once de sus apóstoles, de manera que la suma resulte en 12, el número de apóstoles que consagra la historia sagrada.
El interior del conjunto, en suma, es una combinación muy afortunada de soluciones y de reinterpretaciones de diversos orígenes que cumplen distintas funciones: el cielo raso de madera que cubre la nave, por citar uno de los más ostensibles, constituye una respuesta adecuada frente al problema de cubrir los lechos bajos de una losa de concreto, y los muros laterales parecen destinados a asumir las misiones y las calidades litúrgicas con el apoyo de los altares que alojan y en los que de seguro se alojarán imágenes de origen popular.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Guadalupe Victoria
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Guadalupe
Código Postal
52107
Otra localización
N/A
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005