Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003671
Nombre del Inmueble
San Juan Bautista
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
15 11080 4
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
En el barrio que antes fue de Coapanoaya, y que hoy también es de San Juan Bautista, no existen áreas comunes u otras disposiciones que den identidad física al sector. El único espacio abierto -y referencia- de la comunidad es el atrio de la capilla, que tiene acceso por tres de sus lados, al frente, en la calle lateral y en la esquina sureste del predio, que también es el acceso a las dependencias que aspiraron a ser parroquiales.
El trazo del atrio y la disposición de ubicación de la capilla corresponden, sin duda, a los patrones que se ensayaron muchas veces durante los primeros dos siglos del virreinato, cuando la atención a las comunidades incluía, sobre todo, propuestas de organización que trascendieron el terreno espiritual para influir en la ocupación de los terrenos en torno de los edificios comunitarios. Hoy día, a finales de 2005, el atrio cumple las funciones religiosas para las que fue creado y es utilizado, además, como un centro de reunión informal gracias a que las jardineras y otros elementos que han sustituido a los caminos centrales y procesionales han dejado aquellas vocaciones. Los árboles y algunas plantas de flores en las jardineras, lo mismo que el área cultivada frente al acceso a la sacristía contribuyen de manera determinante a perfilar y determinar las áreas complementarias del recinto de culto.
El volumen original de la capilla es la de un salón de planta rectangular delimitado por muros en los que coexisten por lo menos dos tipos de piedra; de esos paramentos destaca, sobre todo, el que aloja la portada y contiene a la cubierta pues no sólo es el que señala el acceso sino que es el único que fue acabado con aplanados. Los muros laterales y el ábside también debieron haber tenido aplanados, circunstancia que fue modificada tantas veces como lo determinó la comunidad. En la actualidad, esos paños secundarios permanecen con la piedra aparente según lo han dictaminado algunos gustos y hasta la observancia de algunas tendencias muy próximas a la moda.
La fachada principal es una propuesta de gran sencillez a partir de la cual se dispusieron los elementos y los objetos que hoy pueblan el espacio atrial. Consta de sólo dos componentes, la torre del campanario, que se alza sobre un cubo integrado a la portada, y la portada, que no es sino la sucesión vertical de tres elementos básicos: la puerta de acceso, la ventana del coro y el nicho que se abre en el tímpano del remate, pretil que por cierto es el único objeto de toda la composición en la que los autores de la obra se tomaron la licencia de modificar los trazos lineales y rectos que caracterizan a todo el edificio.
El rasgo más destacado de la portada, como se mencionó, se encuentra en la piedra que lleva la inscripción de la fecha de inicio o de conclusión de la obra, la mencionada de 1612; la puerta es reciente y fue lograda con madera; la ventana es de herrería convencional y el nicho es una obra menor de albañilería que ha sido retocada en numerosas ocasiones.
La torre del campanario, que también es un producto moderno, es de tres cuerpos de planta cuadrangular y termina en un remate de seguro influido por el que lleva la torre de la parroquia. A la fachada también la completan, así sea de manera lateral y secundaria, los aleros de la cubierta a dos aguas que cubre la nave.
El interior del área de culto es, desde luego, un rectángulo único, regular y bien definido porque sus muros llevan aplanado y pintura blanca, porque sólo el muro lateral sur presenta ventanas y, sobre todo, porque la composición del espacio se resuelve en la aparición del arco triunfal que remata la nave de feligresía para dar lugar al presbiterio. El muro en el que se abre el arco desempeña también funciones estructurales, como los dos contrafuertes que se encuentran integrados al exterior del muro lateral sur.
El pavimento de la nave es de madera, como seguramente fueron los pisos originales de esta clase de inmuebles aunque se trata de una aportación respetuosa y bien cuidada pero contemporánea. La nave va cubierta con viguería de madera que soporta tijeras y luego los instrumentos para facilitar la edificación de las dos aguas que, con tejas, facilitan el desalojo de la lluvia. Muchas de las vigas son parte de la primera época del conjunto, y muchas otras son piezas relativamente nuevas que han sustituido a las que sufrieron daños o que podrían poner en riesgo la seguridad del interior: el efecto visual de la cubierta sigue siendo el mismo que el que debió tener la obra en la historia.
Por tratarse de una obra popular que ha ido evolucionando de acuerdo a los gustos y a las demandas de sus usuarios, se comprende que el amueblado haya resultado tan poco adecuado para un espacio tan relativamente estrecho: las bancas, en efecto, dejan libre el andador central que llevan todas las iglesias pero obligan a limitar al mínimo las posibles circulaciones paralelas a los muros. Todo, sin embargo, contribuye a reafirmar el valor de los objetos centrales, es decir, de los que se encuentran en el presbiterio.
La zona de consagración es un espacio adicional de planta cuadrada al que se ha modificado también en el pasado reciente pues ahora lleva una losa de concreto reforzado, tejas por el exterior y un cielo raso por el interior. En esa zona, además del altar, se encuentra el objeto central del templo, un ciprés de corte y aspiraciones neoclásicas en el que se conserva la imagen de San Juan Bautista.
En el proceso de la obra de mejoramiento más reciente fue incluida el área del presbiterio, condición que se advierte fácilmente a pesar de los tapiales a base de plástico que ahora auxilian a la obra. A pesar de sus reducidas dimensiones la capilla incluye todos los elementos de composición que fueron propios de esta clase de establecimientos, desde el coro, sector que se conserva en buena condición y al que sólo se ha modificado en sus protecciones, objetos de madera que se integran fácilmente al espacio de la nave.
La obra en manos de la comunidad ha tenido, como todo, luces y sombras. Unas se encuentran en el estado de conservación del conjunto y otras de advierten en algún desconocimiento de los procedimientos de manejo: a pesar de ello, y como se anotaba, en ese recinto coexisten trabajos, labores y aportaciones de varias épocas y de distintas procedencias. Prueba de ello se encuentra en la manufactura del ciprés, en la conservación de las imágenes y hasta en la atención que se brinda a la sacristía, espacio que conserva un Cristo de la mejor época de la obra y al que ahora es prácticamente imposible aproximarse, por efectos de la intervención en curso.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Morelos
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
San Juan
Código Postal
52740
Otra localización
N/A
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005