Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003687
Nombre del Inmueble
San Juan Bautista
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La antigua iglesia de San Juan Bautista tuvo acceso por la calle que actualmente lleva el nombre de Isidro Fabela. Ahí estuvo su atrio y de hecho allí se conserva ese espacio ahora convertido en estacionamiento de los vehículos de la parroquia y, en domingos y días festivos, de los fieles que llegan en automóvil a los servicios. La nueva iglesia tiene su entrada por la calle de Independencia, donde se encuentran su atrio y los caminos que conducen a la puerta principal del recinto. La comunicación entre ambos espacios -los atrios- se da gracias a una circulación perimetral que permite ir de la notaría y las oficinas de la parroquia al templo, o del estacionamiento al recinto. Se trata, desde ese punto de vista, de una propuesta de adaptación del espacio de culto a las necesidades de la sociedad contemporánea.
La fachada original del conjunto antiguo es una propuesta muy interesante que merece un lugar de respeto en la historia de la arquitectura de Toluca pues representa, con pulcritud y vigor admirables, a las corrientes del barroco maduro que utilizaron el estípite como principal elemento estructural y, desde luego, a las versiones locales de esa tendencia. Si no fuera porque el volumen que incluye el acceso se encuentra fuera de uso, es decir, porque ya no es la nave de la iglesia sino uno de los brazos del crucero de otro templo, y porque su cúpula pasó a ser la del templo anexo, podría afirmarse que la obra histórica ha permanecido en su lugar; así lo demostraría la fachada que mira al poniente.
Esa fachada está compuesta en varios planos, desde uno lejano, que da lugar a la cúpula, uno intermedio, sobre el que alza la torre del campanario, hasta el principal, que aloja a la portada. Esa manera de componer, a la que se suma la orientación del recinto, resolvió las presencias de todos los elementos que concurren a la formación de una fachada verdaderamente barroca, en la que las luces y las sombras desempeñan papeles de primera importancia.
La torre del campanario, que es de dos cuerpos y remate, que lleva vanos acabados como arcos de medio punto y cuyas pilastras resuelven las esquinas sin aristas, se encuentra pues, un tanto retrasada respecto del paño de la portada. Ésta, a su vez, fue compuesta con dos cuerpos y un remate: el primero, que corresponde al acceso, lleva un arco mixtilíneo y trilobulado, con jambas de cantera, al que flanquean dos pares de pilastras estípites muy interesantes por ser versiones locales de piezas que, habitualmente, fueron resueltas de manera más geométrica. En sus espacios intermedios los estípites protegen nichos vacíos, uno a cada lado de la composición. Esos apoyos llevan capiteles que asumen las formas de pirámides invertidas que ascienden hasta la parte alta del entablamento, pieza que se resolvió a base de una sucesión de molduras antes de que se creen dos campos que no llevan sino una moldura intermedia y dos arriba, donde se apoya la ventan de coro, que es de trazo oval y a la que definen, también, finos trabajos de cantería. Ese vano también va flanqueado por estípites, de hecho los que continúan sobre los del nivel bajo; los centrales soportan un nuevo entablamento, casi una síntesis de ese elemento clásico, y los de los extremos rematan en cartelas que se ostentan vacías. En el remate de la portada se encuentra un tercer nicho que protege una escultura minúscula de San Juan Bautista ejecutada en cantera: también lleva estípites a los lados y de él parten roleos a cada lado del pretil que termina el muro del frontis.
La cúpula, que no es visible sino desde el atrio poniente, se ostenta gallonada y terminada en una linternilla a la que cubre un capulín. La fachada principal de la obra antigua está aplanada en la mayor parte de sus muros y elementos verticales; esa condición y el hecho de que los colores sean amarillos muy claros y durazno, crea una atmósfera de distinción en un edificio que, propiamente, ya no existe.
En contraste, la nueva fachada del complejo, que ve al sur, es toda de piedra, material que permanece aparente. Ese paramento, limitado sólo a cubrir la nave por el extremo de su acceso, no incluye cubo ni torre de campanario; no fue diseñado con la inclusión de una portada, y fue resuelto con la dimensión suficiente para evitar que la cúpula formara parte de la composición. Esa fachada, pues, incluye sólo una puerta de acceso, que va inscrita en un sencillo arco de medio punto y, arriba, tres ventanas que corresponden al coro. Los perfiles del muro siguen las líneas del contorno de la nave y, en sus extremos, el ancho del edificio si bien presentan unas ampliaciones laterales que no corresponden a ningún elemento del interior.
La portada de la iglesia antigua contiene dos puertas que conducen a un espacio mínimo en el que se halla un pequeño altar a Nuestra Señora de Guadalupe: se trata de un espacio residual que sirve sólo para dar fondo a la impresión visual de la portada pues no tiene ni la profundidad que debió tener su coro. La puerta de la iglesia nueva conduce al pasillo central de la nave en su tramo largo: esa primera parte de la nave consta de cuatro tramos estructurales definidos por las pilastras que reciben los empujes de los arcos de medio punto que soportan las bóvedas de arista de las cubiertas. En el quinto tramo se encuentra la cúpula, justo en el crucero de la cruz latina, y en el brazo poniente de ese crucero se encuentra un altar lateral. Esa sección del crucero y la cúpula fueron la nave principal y la cúpula de la iglesia original.
El presbiterio que se utiliza ahora es un espacio de planta rectangular que va cubierto con una bóveda de cañón de medio punto corrido. A falta de un retablo, o de un objeto suficientemente atractivo para captar las miradas y la atención de los fieles, el presbiterio lleva un pórtico de trazo curvo, o hemiciclo, de ocho columnas con capiteles de diseño original que soportan una platabanda recta. Los espacios intercolumnios van vacíos y de hecho se llenan con las sombras que produce el mismo elemento en los muros laterales y en el testero. Sólo el espacio central está protegido con placas de mármol contra las cuales se recorta la imagen de San Juan Bautista representado por una escultura de mediana calidad.
El espacio de la nave, como ocurre en otros edificios similares, se completa desde una perspectiva conceptual, con la reducción de la altura interior que proporciona el coro al sotocoro y, desde luego, con la elevación de la otra altura, la de la cúpula: ésta es de planta octagonal y aunque todo parece indicar que se trata de la que sirvió al inmueble original, debe aceptarse que fue bien integrada al edificio que funciona en nuestros días.
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Independencia e Isidro Fabela
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Diocesano
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005