Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003700
Nombre del Inmueble
San Bartolomé Apóstol
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
El atrio de la iglesia de Tequisistlán es un formidable terreno situado frente a la plaza principal del pueblo, una de esas comunidades que aportan mano de obra y otros satisfactores al conjunto de actividades económicas que se han organizado en torno de la ciudad de Texcoco.
En el extremo oriente de ese atrio de dimensiones espléndidas se encuentran tres templos de características totalmente diferentes. Vistos de norte a sur, primero se alza uno de ellos totalmente desplomado y cerrado; se trata de un edificio de interés pues incluye una portada resuelta con apoyos estípites y una cúpula que todavía está en su sitio. El segundo es un recinto del que sólo perduran fragmentos de sus muros laterales y evidencias de que alguna vez llevó una cubierta como bóveda de cañón quizá de medio punto que ya desapareció; este segundo espacio no tiene techo, ni fachada, pero conserva una torre de campanario de gran esbeltez que merecería, por lo menos, el respeto de la atención. En el sur de esa agrupación de ruinas se alza una nueva iglesia, quizá de 10 años, que se resolvió con recursos populares y una pésima manera de comprender los papeles simbólicos que desempeñan los elementos de la arquitectura religiosa.
Es un hecho que la parroquia de San Bartolomé es la obra nueva, pero ese edificio sólo se limitó a recoger la presencia y la tradición que se formó alrededor de ese personaje en los recintos que ahora se encuentran en ruinas. El más antiguo es, según puede juzgarse su sistema de integración, el que ha perdido la fachada y las cubiertas: ahí están los muros de vara y media o dos varas de espesor y los arranques de una bóveda, por lo menos, que sugieren que su trazo fue de medio punto. Del presbiterio no perdura sino el muro testero; de los interiores y hasta de los pavimentos no queda nada y de todo, en suma, sólo se advierte que la torre será su última evidencia. Ese campanario es una pieza interesante tanto por sus calidades como por seguir en pie a pesar de todo: es de dos cuerpos de planta cuadrangular y en sus esquinas se advierten las intenciones y capacidades de sus constructores, quienes desde luego buscaron acentuar la verticalidad del elemento con cambios de paño, sombras y molduras que recorren las pilastras adosadas de sus esquinas. Será una lástima que, en el futuro inmediato, se pierda esa pieza, igual que ha sido inexplicable que se emprenda una obra nueva ignorando al edificio anexo en peligro de colapsarse en cualquier momento.
La obra de menores dimensiones, que hizo las veces de capilla, está cerrada porque sus muros perdieron el plomo y las puertas quedaron atrapadas en esa imperfección; adicionalmente, los muros y otros elementos de esa pieza están severamente dañados por los hundimientos, los desplazamientos laterales y, en suma, por el abandono y la incuria.
Se trata de una pequeña construcción que muy bien podría ser el principal recinto de culto de muchas comunidades: es una obra quizá de la segunda mitad del siglo XVIII en la que se ensayó un esquema de composición distinto al edificio anterior. Esta obra es de planta en forma de cruz latina y la primera es de una sencilla planta rectangular.
Además de cumplir con ese esquema conceptual, esta obra presenta evidencias de que también la integra una capilla lateral y restos de lo que fue una intervención de rescate: allí están, incorporados a sus muros laterales, algunos apoyos de concreto reforzado que, como ocurre con ese material en obras históricas, resultaron más dañinos que benéficos. Es muy difícil, quizá imposible, que los empeños de la comunidad, si éstos estuvieran todavía vigentes, puedan salvar a un edificio que ya se apartó de la verticalidad y de las posibilidades reales de volver a servir.
En la portada de esta obra perdura un trazo de carácter académico así como un vano resuelto con piezas rectas a la manera en que se hizo durante algún periodo del barroco, Ese vano, que contiene a la puerta, va flanqueado por un par de pilastras estípites de muy buena calidad, se diría que de manufactura excepcional en ese medio.
No hay posibilidad de analizar los interiores, pero valga que a través de la ventana del coro se advierten luces que de seguro penetran a la nave por oquedades que no son visibles desde los puntos de perspectiva que pueden abordarse. Cabe, por último, observar que la inminente pérdida de estos espacios es un hecho que debe registrarse.
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Plaza Principal
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Diocesano
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005