Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003947
Nombre del Inmueble
San Cristóbal
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XIX y XX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La parroquia de San Cristóbal, en Zapotitlán, es una obra en la que concurren varias de las cualidades más interesantes de la arquitectura de linaje popular en la zona: Esa obra ocupa un extenso terreno, buena parte del cual se utiliza como atrio del recinto religioso; la iglesia muestra proceder de por lo menos dos etapas constructivas de cierta relevancia, la que produjo los tramos más largos de las fachadas laterales y la que dio lugar a la erección de la torre del campanario sobre el nártex.
Como muchos otros predios ribereños del Lago de Chapala, el atrio de esta parroquia ha sido propicio para el desarrollo de varias especies vegetales: un ejemplar de higuera, verdaderamente espectacular, cubre prácticamente la zona del atrio en la que tienen lugar la mayor parte de las actividades sociales vinculadas con la práctica religiosa. Ese mismo árbol, en cierto otro sentido, podría también ser considerado como la fachada principal de la iglesia.
Más allá de las consideraciones que merece la integración del atrio de la parroquia, ha de anotarse que las fachadas del inmueble difieren un tanto unas de otras: las laterales ostentan los lienzos de tabique aparente de las primeras etapas de la construcción y la principal, que va aplanada y pintada en dos colores, blanco para los fondos de los muros y azul en capiteles, molduras y otros elementos salientes.
La fachada principal es una obra de características distinguidísimas por más que proceda de las intenciones de grupos populares: se trata de un muro de una sola altura y de una extensión verdaderamente notable y del cual se desprende el volumen del nártex y, con él, de hecho toda la composición. El nártex es de un solo espacio, de planta cuadrada y con apoyos en las esquinas. En la planta baja, frente al acceso al recinto, esas piezas de apoyo contienen los vanos de acceso al recinto: arcos de medio punto sobre jambas sencillas, con impostas y que aparecen flanqueados por pilastras adosadas muy sencillas que apoyan el primero de los cuatro entablamentos de toda la composición.
La parte superior del nártex no está dedicada sólo a alojar las campanas sino que ha sido dividido según los usos y las necesidades que resuelve: en el nivel inmediatamente superior al del acceso fue dispuesto un elemento a manera de balcón frente a la ventana de coro. Los dos espacios superiores, a su vez, fueron organizados para alojar los juegos de campanas que acompañan a la obra. Como se anotó, todas las secciones de la torre comparten los rasgos que imponen la planta cuadrada y los apoyos masivos en las esquinas. El elemento arquitectónico termina en un remate en el que se insinúan las influencias de la Catedral de Guadalajara, edificio que muy frecuentemente se ve reinterpretado en numerosos sitios de Jalisco: aquel remate es una pirámide de planta cuadrangular que va recubierto por un tapiz de mosaicos en dos colores.
El nártex también se apoya visualmente en el muro frontal del volumen que contiene al espacio de la nave. ese muro, que en las perspectivas aparece un tanto más grueso de lo que es en realidad, señala además una frontera entre los componentes resueltos con aplanados y los lienzos de muro cuyos materiales permanecen aparentes.
El interior del recinto es el que corresponde a un edificio de planta rectangular sencilla y sin anexos. Así, la nave del templo es un amplísimo salón, de altos muros y sin más disposiciones para el culto católico que un arreglo y una propuesta de retablo en el muro testero, frente al presbiterio. Como muchas obras de su época, especialmente del periodo que va de los últimos años del siglo XIX a los primeros del XX, esta parroquia presenta cuatro tramos en su estructura, lo que se refleja en las pilastras adosadas que señalan las varias porciones interiores de la nave: esas piezas, sin embargo, terminan en sencillos capiteles y en cimasios que parecen limitarse a soportar el igualmente elemental entablamento que recorre todo el interior del templo. La puerta lateral de la parroquia, que se abre a uno de los patios de las dependencias parroquiales, muestra las dimensiones del espesor de los muros y termina por ser, también un elemento de juicio en la apreciación del templo.
El objeto más interesante del conjunto, así, es el muro testero de la obra, que además es el único que se ostenta recubierto con cantera. Desde luego no incluye ninguna pretensión de retablo pero tiene el encanto y el atractivo de haber sido resuelto sólo con tres peanas: la central lleva un Cristo en la Cruz mientras las laterales presentan una reproducción del lienzo de la Guadalupana -del lado del Evangelio- y una escultura que representa a San Cristóbal -en el lado de la Epístola-.
En la capilla lateral norte, que se encuentra justo detrás del límite entre la nave y el nártex, se conserva una imagen de Cristo en la Cruz verdaderamente interesante: y no sólo por tratarse de una pieza histórica sino por el linaje conceptual popular de la escultura. Llama la atención, sin embargo, que un Cristo agonizante acompañe a la pila bautismal que transforma ocasionalmente a la capilla en baptisterio. Frente al acceso a esta capilla se encuentra el coro, que es, desde luego, un elemento más tradicional y formal que funcional: es un hecho que ya no se usa pero es una ventaja que se conserve como uno de los componentes básicos de la organización arquitectónica.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Corona
Número y/o identificador de la vialidad o calle
1
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
45840
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Clero Secular