Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003961
Nombre del Inmueble
La Cruz Blanca
Tipo de Monumento
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI y posteriores
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La capilla de la Cruz Blanca es una de las varias edificaciones con el mismo tema que se encuentran en diversos ámbitos urbanos de Tonalá. De hecho hay 12 de esas construcciones en el propio centro y en los barrios de la localidad pues se trata de una tradición en el sentido de procurar "estaciones" para las procesiones de la Santa Cruz que se realizan desde antiguo en la localidad.
Esta obra, que además recibe la denominación de "Capilla de la Cruz Blanca", es de planta cuadrada, de unos seis metros de lado y se encuentra en el cruce de dos calles secundarias a las que ya se ha cerrado al tránsito de vehículos. La capilla es, como se anotaba arriba, una pequeñísima construcción dedicada a la realización de celebraciones que tienen lugar en la calle o sobre la marcha y que, en ocasiones especiales, involucran a prácticamente toda la población.
La obra procede de una fundación virreinal, quizá no del mismo siglo XVI pero evidentemente sí del periodo de sujeción a la Corona española. Por ello, por su tradición y porque también es un derivado de otras obras en las que se expresaron las enseñanzas de los colonizadores, fue construida con mamposterías de piedra y tabique a las que luego se aplanó con enjarres básicamente de cal a los que también se aplicó pintura del mismo origen. Por razones que sólo se deben a las preferencias de los vecinos, los acabados del edificio también incluyen aplicaciones de tono rojizo que acompañan muy bien a los otros inmuebles de la zona.
La capilla prácticamente no tiene nave pues la puerta de su portada se abre sólo para permitir el acceso al altar y al minúsculo presbiterio cuyas prácticas se extienden a la asamblea reunida en torno de la capilla, francamente es espacios de la vía pública. A pesar de ello, la obra presenta cuatro fachadas claramente distintivas, de entre las cuales la principal se abre al norte, es decir, a la calle por la que suele llegar la mayor cantidad de visitantes. La portada es un solo muro -el frontal- que no presenta sino el vano de acceso al altar: se trata de un arco de trazo apuntado al que cierra una reja de barras metálicas que no lleva vidrios ni ninguna otra protección adicional.
La fachada principal termina en un pretil delineado por dos molduras que acentúan la horizontalidad del edificio antes de recibir la igualmente pequeña espadaña de tres vanos que compone el volumen. El campanario a manera de espadaña parece ser un agregado de la época moderna o contemporánea de la obra, se extiende a todo lo ancho del edificio y lleva tres vanos en forma de arcos de medio punto cuyos bordes en el intradós y en el extradós fueron pintados con un color distinto del blanco que se usó en toda la composición.
Las fachadas laterales son muros de extrema sencillez, de forma ligeramente cuadrada y sin elementos de ornato más allá de la doble moldura que también forma su remate y, claro, con la silueta lateral de la espadaña. La fachada posterior, es decir, la que correspondería al ábside del templo, lleva un interesante relieve en el que se recrea, con las técnicas artesanales propias de Tonalá, una de las escenas del Lienzo de Tlaxcala sobre la batalla de Tonallan.
El trabajo de los artesanos regionales en la proximidad de su capilla de barrio no se limita al muro posterior de la obra sino que se extiende a los cuatro rumbos de la pequeña iglesia. Se trata, desde luego, de una de las formas de expresión pública más arraigadas entre la población y, de alguna manera, de una ampliación sui géneris del recinto de carácter religioso hacia las usanzas y las costumbres de la población sin que esto quiera decir que se trate de la imposición o de la expansión de las prácticas de la religión a la vía pública. En el fondo sólo es el reconocimiento de la identidad que da cohesión a la comunidad en torno de sus edificios y sus espacios entrañables.
El interior del recinto, como se anotaba arriba, es de las mínimas dimensiones dado que se trata, como ya se señaló, sólo del espacio que requieren un altar y varias pequeñas imágenes relacionadas con las devociones de los habitantes del barrio, la de la Santa Cruz desde luego en primer lugar. La Cruz Blanca, huelga decirlo, es justamente eso, un símbolo cristiano de madera, popular, al que se pintó de ese color y al que se colocó en la parte alta del altar que comienza detrás de la puerta y que se resuelve frente al muro testero sin ningún preámbulo.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Madero
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
45400
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Clero Secular