Se puede leer en la cartela de remate que fue construido en la segunda mitad del siglo XIX para alojar los restos de Francisco Llamas Valdés y, posteriormente, de otros miembros de la familia. De estilo ecléctico, retoma pautas de los cánones clásicos con algunas adiciones propias del barroco. Consta de un cuerpo rectangular de cantera rosada rematado con un pronunciado cornisamiento que da pie a la tapa del monumento, la cual sostiene la cartela principal de la tumba. De mediana factura, llama la atención por su pobre estado de conservación. Nótese que posee una barda de hierro forjado a la usanza de aquella época.
Observaciones
Dimensiones
Frente: 2.24 m
Fondo: 1.54 m
Alto: 1.92 m