En la pintura barroca del siglo XVIII fue común la representación de imágenes sagradas de bulto dentro de sus nichos. El Cristo de Chalma, cuyo origen se atribuye popularmente a una aparición milagrosa, fue muy representado por los pintores debido a la gran devoción que tenía. Aquí aparece representado en su nicho con cuatro floreros altos y dos bajos con ramos de flores; el cendal es muy vistoso y está decorado con flores.
Observaciones del bien mueble
Está firmado en la parte inferior central -sobre la base de la cruz-: Joseph, Mora f'a, 1717 años El marco es de madera, del siglo XX.
Materiales constitutivos
tela, pintura
Técnica de manufactura
Óleo sobre lienzo
Alto 1
2.25
Ancho 1
1.93
Profundidad 1
0
Responsable del levantamiento de información del bien mueble