La imagen de la Virgen perteneció a un fraile ermitaño de Tlaxcala. Más tarde pasó a manos del Obispo Palafox y luego a un viajero que la llevó al Perú. Años más tarde fue regresada a Puebla y colocada en la Catedral. Por estar dispuesta sobre una columna presenta similitud con la Virgen del Pilar. La imagen tiene diversas vestiduras que se le cambian cada determinado tiempo. Porta además resplandor y corona de oro.
Observaciones del bien mueble
Localizada en el retablo de los ReyeS. Ver cédula No. 1