Según cierta tradición esta imagen apareció milagrosamente en la manga del hábito de una religiosa del convento de San Jerónimo de la Cd. de México. Por lo que respecta a la túnica parece ser efectivamente de hábito de monja, el rostro y las manos están pintados al óleo. En la parte posterior tiene la inscripción que dice que perteneció a Don Andrés Pardiñas Conde de Castelo. Se localiza en la Capilla del Sagrado Corazón.