La imagen patrona de la catedral, se colocó sobre una media esfera que representa al mundo, pisa una serpiente que a su vez muerde una manzana, símbolo del pecado original. La escultura presenta un gran movimiento, los pliegues de su manto parecen ser ondeados por el viento. Sus manos están a la altura del pecho en actitud de humildad y circundan su cabeza doce estrellas.