Los antifonarios de la catedral son los libros de canto, especialmente diseñados para el coro. Constan de hojas o folios de pergamino pintados al óleo. Las letras capitulares están miniadas con elementos renacentistas. Las pastas son de madera forradas de cuero repujado y con guarniciones de plata. En el frente con el escudo del Obispo Diego Romano y en el anverso el de la catedral.