Aparece el santo sentado en un sillón de madera y respaldo amarillo y delante de una mesa cubierta con un mantel rojo sobre la que hay un libro y un atril.
El santo está vestido con hábito agustino negro y capa gris. En su mano derecha sostiene un corazón flameante y con su mano izquierda un báculo papal de oro. Un angelillo semidesnudo corona al Santo en una guirnalda de flores y en su otra mano lleva una rama de azucenas. El fondo es casi liso en tonos ocres y una gran cortina gris a espaldas de San Agustín, el piso es de baldosas.
Está pintada, está muy retocada y modificada.