La imagen está vestida a la romana; según una iconografía aceptada y difundida durante siglos, en el pectoral se ven la luna y el sol, sobre el pecho. En la mano lleva un estandarte donde puede leerse dentro del triángulo, QVD, (Quién como Dios) que acompaña siempre a San Miguel. Del otro lado, la espada que debe llevar como guerrero, jefe de las milicias celestiales. Está pisando al dragón, tal como relata Juan en el Apocalipsis, venciendo así al mal que quería tragarse al hijo de la mujer apocalíptica y por lo tanto al demonio. La figura es hierática y muy frontal a pesar del pie adelantado que pisa el cuello del dragón.
Observaciones del bien mueble
El estandarte y los pectorales que lleva colocados la figura son de plata y los ojos de vidrio. El diablo está roto a la altura de la cabeza. Las alas también son de otro material y parecen nuevas.