San Miguel, el príncipe de las milicias celestiales, está representado con sus atributos tradicionales: el traje "a lo romano", con el sol y la luna en el pecho, el estandarte con la cruz del triunfo de Cristo en la mano derecha mientras que con la izquierda señala al triángulo con el ojo en el centro que representa a Dios y que recuerda el famoso "Quien como Dios" que también lo acompaña tradicionalmente.