En el centro del retablo de dentro de un fanal que evidentemente excede sus proporciones, se encuentra este pequeño crucifijo. Es una pieza pequeña, trabajada con cuidado pero con síntomas evidentes de desconocimiento de la anatomía humana, como se evidencia en el tórax. Tal como está hecha la cabeza, parece haber sido pensado para llevar peluca, pues no tiene el pelo tallado como la barba. Hay exceso de sangre que sale de la cabeza y de la herida del costado.