La cruz está construída en el cuerpo principal y brazos por gruesos barretones forjados, unidos por una pieza cuadrada adornada con roleos que abren hacia los cuatro puntos cardinales. Al centro un círculo envuelve la flor de los vientos de seis pétalos ovalados, fuera del círculo, los pétalos se continúan con cuatro barretones terminados en forma de clavo y orlados con chinos laterales que a su vez representan el resplandor de la cruz y la corona de espinas.