San Francisco es sin duda uno de los santos con mayor devoción en la hagiografía cristiana y por lo tanto, su vida se ha popularizado hasta llegar a ser del conocimiento de gran número de fieles que ignoran sin embargo, otros detalles del pensamiento de esta religión. El fundador de los frailes menores, como ellos mismos se llamaban, tiene entre los más famosos pasajes de su vida y sus milagros, a aquellos relacionados con animales. En este caso, relata la pintura la experiencia de haber convertido a un lobo, defendiendo al pastor y a sus ovejas. Como otros pasajes franciscanos, se hace evidente la metáfora, que impulsa la imagen de Francisco de Asís como el defensor de Cristo y sus seguidores, en contra del demonio, el mal y las tentaciones. La pintura no tiene mayor fin que el didáctico, pues se hace de todas formas evidente que no están -esta y las demás que se encuentran en la nave- hechas con gran maestría en el color, ni en el dibujo. Resultan apenas correctas, adjetivo que no se acerca a ninguna categoría ni juicio estético y sí más a consideraciones de apreciación doctrinal.
Observaciones del bien mueble
INSCRIPCION: S. FRANCISCO CONVIERTE AL LOBO DE GUBBIO
