Esta iconografía franciscana es interesante por todo lo que significa en cuanto a la orden y su estructura. San Francisco está abajo, a veces parado o arrodillado como en este caso. Levanta los brazos donde se ven las manos con estigmas y con ellas sostiene tres grandes bolas azules que representan a la rama masculina y femenina así como a la tercera orden que es el esquema básico de organización franciscana. Sobre esta base se asienta la Inmaculada, imagen pequeña que tiene las dos manos unidas a la altura del pecho y la luna a los pies. La cabeza está coronada y detrás de ella se ve una aureola de estrellas. En una base aparte y al costado de la Virgen está el Niño. Como las nubes y esta base parecen nuevas, quizás se pueda suponer que ha sido agregado posteriormente.