Cristo está clavado a la cruz con los primeros clavos en la mano. Otro individuo lo sujeta de los pies. El da vuelta la cabeza en señal de aceptación del dolor. Atrás están San Juan y la Virgen en un segundo plano. La tela pudo haber sido pintada en el Siglo XVIII, teniendo en cuenta la posición del cuerpo de Cristo, la altura del paisaje y la relación afectiva establecida entre San Juan y la Virgen. Sin embargo, ese repinte que se le dio en el Siglo XIX acabó con los valores plásticos que pudo haber tenido.
Observaciones del bien mueble
Tiene una inscripción en el borde inferior donde se afirma que la pintura fue retocada en el Siglo XIX: "Se retocó en 1834".